El desempleo centra el discurso de Don Felipe en los premios Príncipe de Asturias

La ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, última para el actual director de la Fundación, el periodista Graciano García, se convirtió en un alegato en favor de la libertad, el desarrollo, la solidaridad internacional, el esfuerzo individual y la defensa de la salud.

Por su estrado pasaron los ocho galardonados de este año: desde el arquitecto británico Norman Foster (Premio de las Artes), distinguido por su servicio al desarrollo sostenible, o el escritor albanés Ismail Kadaré (Letras), galardonado por su vocación global contra el totalitarismo, a la atleta Yelena Isinbayeva (Premio del Deporte), quien además de ser la única mujer de la historia que ha logrado saltar con la pértiga más de 5 metros, logró convertir durante unos segundos la alfombra azul que conducía al Teatro Campoamor -lugar de la ceremonia- ,  en un paseíllo hollywoodiense gracias a un espectacular vestido dorado recorrido por transparencias.

El resto de los premiados fueron el conservacionista del planeta David Attenborough (Premio Ciencias Sociales), la Organización Mundial de la Salud (Cooperación Internacional), los padres del teléfono móvil y la arroba M.  Cooper y R. Samuel (Investigación Científica), la ciudad de Berlín (Concordia) y la Universidad Autónoma de México (Educación).

Algunos de los galardonados, como Margaret Chang, directora internacional de la OMS, hicieron llamamientos por la igualdad y la justicia: "Un servicio sanitario con desigualdades es un servicio sanitario inseguro", advirtió. Por su parte, el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, instó al derribo de "los muros que todavía existen en el mundo tras la caída del de Berlín, tanto mentales como materiales".

La gala estuvo presidida por los Príncipes de Asturias y por la Reina Sofía.

Como es habitual, Don Felipe fue el encargado de poner el broche final a la ceremonia con un discurso -quizá el más importante de los que pronuncia durante el año- que se centró en la crisis y el desempleo. El Príncipe abogó por "reflexionar y trabajar juntos, codo con codo" para lograr soluciones para uno de los problemas más graves que atenazan a España.

"El paro hiere nuestra dignidad como seres humanos y constituye nuestra principal preocupación", manifestó, después de incidir en que el Gobierno debía facilitar la protección social adecuada.

Su intervención fue muy aplaudida tanto por los asistentes como por su esposa -muy elegante, con un vestido negro con bordados plateados y una juvenil melena ondulada-, su madre y la invitada de ésta, la princesa Alia de Jordania.

La música de gaitas y panderetas comenzó y terminó una ceremonia a la que también asistieron, entre otros, los ministros de Cultura, Angeles González Sinde, Educación, Angel Gabilondo y Sanidad, Trinidad Jiménez, así como la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento