La labor de este pulmón verde es también pedagógica: es una enorme aula donde los alumnos podrán aprender de la naturaleza.

Nueve años son los que se han empleado para configurar un mapa estratégico donde recopilar y situar las distintas especies vegetales que componen el jardín. El proyecto aún no ha acabado: se pretende que el verde exótico se extienda a lo largo y ancho de todo el campus universitario. También está previsto que entre las Facultades de Ciencias y Medicina se ubique un jardín de árboles tropicales.

Así, cuando esté a punto, los viandantes podrán hacer un recorrido que abarca desde las especies más primitivas hasta las más evolucionadas del planeta.