Los cooperantes españoles, miembros de SOS Racismo, Asociación ELIN, Womens Lib World Wide y la Compañía de Jesús, explican que los inmigrantes están siendo deportados a bordo de autobuses en tres convoyes hacia el sur por parte de las autoridades marroquíes, acusación que Marruecos ha negado.

Los deportados a bordo de los autocares llevaban dos días sin beber agua ni comer alimentos, según los cooperantes, quienes explicaron que los del tercer convoy sí que habían recibido pan, aunque "había personas esposadas".

Por si fuera poco, unos 200 inmigrantes subsaharianos, intentaron escapar de los vehículos por miedo a su abandono en una zona desértica del suroeste del país.

Los autobuses pararon en una estación de servicio de Bou Arfa para repostar y los inmigrantes, que viajaban esposados, trataron de huir por las ventanas mientras un voluntario de la Asociación de Amigos y Familias de Víctimas de la Inmigración Clandestina se tumbaba en la carretera para intentar, sin éxito, evitar su partida.

Marruecos lo niega todo

El ministro de la Comunicación del Gobierno marroquí negó que miles de subsaharianos detenidos en territorio marroquí estén siendo trasladados en autocares al sur del país, como han afirmado varias organizaciones humanitarias.

También comunicó la firma de sendos tratados de repatriación con Senegal y Malí. Según fuentes de Médicos Sin Fronteras, sólo los inmigrantes de estos países serán repatriados mientras que el resto podrían ser trasladados en autobuses hacia una zona desértica al sur de Agadir, a unos 1.000 kilómetros al oeste de Bou Arfa.

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