Los embargos aumentaron un 130% en Aragón en 2008, según los últimos datos de la memoria del Consejo General del Poder Judicial y ya hay familias que se ven obligadas a compartir casa con otras, según han detectado las entidades sociales.

El año pasado se realizaron 1.254 embargos, mientras que en 2007 fueron 545, y este año los datos podrían empeorar debido al incremento del paro. Sólo la Asociación de Usuarios de Cajas de Ahorros, Bancos y Seguros (ADICAE) detecta cada día una media de quince casos nuevos. En muchos de ellos se trata de parejas que tenían los dos trabajo y ambos se han quedado en paro.

Los desahucios están afectando de forma generalizada a la clase media y a la más humilde de los barrios de Zaragoza, aunque de manera especial al Arrabal y al Casco Histórico, donde se han encontrado pisos en los que conviven seis adultos y cuatro niños. «Quien se ha quedado en el paro ha pasado de tener un sueldo de 1.800 euros a cobrar 800, y así su hipoteca se hace inviable», subraya la trabajadora social de Cáritas, Carmen Gil.

Sólo en 2008 se realizaron 749 subastas y aun así este trámite no salda las deudas si el precio de venta no es suficiente. Las entidades financieras optan también en contadas ocasiones por recoger las llaves del piso y obligan a las familias a aportar bajo otro préstramo lo que se ha devaluado la vivienda tras la última tasación.

«A quien tenga tres o cuatro cuotas impagadas le va a costar salir del bache porque todo el dinero que ganen trabajando (si no están en el paro) acabará siempre en el banco», asegura la delegada de ADICAE en Zaragoza, Ana Solanas.