Un reality británico en el que han participado niños de entre ocho y 12 años viviendo aparentemente sin supervisión adulta ha provocado no sólo numerosas críticas en el Reino Unido; además, el órgano regulador de comunicación del país (Ofcom) ha acusado al espacio de "romper el código" televisivo.

Este organismo sostiene que aunque Channel 4, la cadena que lo ha emitido, había incluido las medidas de seguridad adecuadas para garantizar el bienestar de los niños durante el rodaje de Boys and Girls Alone (Niños y niñas solos), en el primer episodio del programa, de cuatro partes, no se había explicado esta cuestión a los espectadores.

Aprender a vivir sin adultos

El programa, en el que participaban diez niños y diez niñas para aprender a manejarse sin adultos durante dos semanas, recibió 180 quejas, entre ellas las de varios psicólogos preocupados y la de la ONG contra los abusos hacia niños NSPCC.

Por su parte, la cadena asegura que ha tenido muy en cuenta el impacto del programa, con el que esperaba averiguar cómo los niños se comportan y se mueven si se les da autonomía para crear sus propias comunidades.

"Los creadores del programa y Channel 4 tuvieron en cuenta todos los efectos secundarios a la participación de los niños", ha replicado, añadiendo que en ningún momento se ha planteado el espacio como un experimento social.

A los niños se les animó a llevar a cabo tareas del día a día como cocinar, limpiar y manejar dinero, pero varios incidentes, entre ellos una escena en la que un niño de nueve años se quejaba porque se había quedado con hambre al no poder cocinar tallarines instantáneos porque no sabía hacer hervir una calentadora de agua, llamaron la atención.

Channel 4 asegura que ha recibido críticas súper positivas de las familias implicadas y que nunca ha permitido que los niños pasaran hambre durante un tiempo prolongado. Afirman que los cuidadores entraban y les daban comida si era necesario.