Todos los vecinos de la calle Fuencarral se lo temían. Y finalmente ha ocurrido. La peatonalización de la calle está convirtiendo la zona en un nuevo territorio de prostitutas dentro del centro de la capital.

Desde que se restringió el paso a los vehículos (hace un mes), una veintena de meretrices han desembarcado en la calle, según denuncian los residentes. La mayoría son transexuales y trabajan sólo de madrugada.

"Ha sido peatonalizar la zona y llegar las prostitutas", se queja el presidente de los vecinos del barrio de Justicia, José Carlos Nicolau. "Si no pasan coches están más libres de poder comunicarse con sus clientes potenciales", explica Juan, un vecino.

Estas chicas proceden principalmente del triángulo formado por las calles Ballesta, Desengaño y Puebla. Hasta ahora trabajaban allí, pero la instalación de cámaras y la puesta en marcha del proyecto Triball (con locales de arte y moda) las han expulsado de la zona.

También las hay que llegan directamente de la calle Montera en busca de lugares con menos competencia y menos vigilancia.

A partir de medianoche

Las prostitutas de Fuencarral se apostan en los portales o en las puertas de locales comerciales a partir de la medianoche, en el tramo de la GranVía al Mercado de Fuencarral.

"A partir de las 2 o las 3 de la madrugada da miedo pasar por la cantidad que hay. En unos meses poblarán la zona", lamenta Manuel, otro residente de la calle. Además, protesta por la sensación de inseguridad, la suciedad y el ruido que provoca el negocio de la prostitución.

La intranquilidad que se respira en la zona ha obligado a muchos vecinos a mudarse de allí. "Ahora sólo quedan pensiones o gente joven o flotante, pero ya casi no hay familias", añade Nicolau. En su opinión,los únicos beneficiados por la peatonalización de la calle "son los comercios".

Por su parte, la Junta de Centro asegura que no ha recibido "ninguna queja" por el aumento de prostitutas en Fuencarral, aunque el concejal del distrito, Enrique Núñez, reconoce que por la noche "se visualiza más".