El comando de operaciones especiales del Pentágono está realizando pruebas de lo que será una nueva herramienta para los cirujanos de campo, el cuchillo de plasma. En efecto, parece ciencia-ficción y las semejanzas con las espadas que utilizaban los protagonistas de las aventuras espaciales ideadas por George Lucas son evidentes.
Este invento, según informa la página web Wired, tiene el objetivo de reducir el número de víctimas que, una vez heridas en un conflicto bélico, mueren desangradas por no tener los medios adecuados para cerrar la herida.
Hasta ahora, la tecnología más avanzada que existía en este campo era la radiocirugía, que emplea radiación por medio radiofrecuencia para calentar el tejido dañado. El cuchillo plasma pretende recuperar técnicas más antiguas llevadas a las nuevas tecnologías, en este caso, cerrar la herida quemando tejido.
El cuchillo funciona mediante un gas caliente ionizado que, literalmente, quema la carne para crear una capa de tejido muerto que evita que la herida siga sangrando. La gran diferencia entre el plasma y utilizar un hierro al rojo vivo es que es completamente estéril incluso en condiciones de combate extremas.
Ya se han desclasificado documentos dónde se muestra el presupuesto destinado por el gobierno estadounidense para este proyecto y dentro de poco podríamos ver estos cuchillos de plasma en el maletín de muchos cirujanos de campo.
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