Nueve minutos y medio hay que estar al volante de un coche para recorrer un kilómetro de distancia dentro de la ciudad. En lentitud sólo Alicante, Santander y Madrid superan a Sevilla.

 

 

Aún peor lo tienen los usuarios del autobús. Es el medio de transporte más lento para moverse por las calles de la capital: necesita 12,02 minutos para recorrer un kilómetro, según el informe. De hecho, en todas las ciudades, excepto en Bilbao, éste es el vehículo que más tarda en desplazarse. No obstante, los sevillanos cuentan con una ventaja: los autobuses urbanos son los que tienen los horarios más amplios de todo el país.

 

Si se trata de rapidez, lo mejor: la moto. Es el vehículo más veloz y además el más económico. Una motocicleta por Sevilla tarda menos de la mitad de tiempo que el coche en recorrer la misma distancia. Necesita sólo 4,17 minutos para salvar un kilómetro. Aún más, esa distancia le cuesta 0,04 euros de media de consumo de combustible, frente a los 0,36 euros que le costaría en un coche.

 

 

Los taxis también tienen como virtud la rapidez: 5,18 minutos por kilómetro. Son los séptimos profesionales más rápidos en el panorama nacional. Tardan la mitad que los taxistas murcianos.
Por contra, es el medio de transporte más caro para el usuario: de media recorrer un kilómetro en taxi cuesta 1,8 euros. Y el sector no es muy solidario con los minusválidos. Sólo un 1% de los coches están adaptados.

 

 

Eso de compartir el vehículo para ir al trabajo, llevar a los niños al cole o moverse por la ciudad no lo llevan nada bien los sevillanos. Casi ocho de cada diez vehículos analizados por los técnicos de Consumer (unos 400) sólo portaban a su conductor. Ningún pasajero más en el interior. Así, Sevilla se ha convertido en la segunda ciudad, tras A Coruña, donde menos se comparte el coche, con el consiguiente aumento del número de automóviles que cada día se agolpan en las calles formando los grandes atascos.