Preguntadas sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, casi la mitad trabajaría menos y ganaría menos para tener hijos. La renuncia a la promoción profesional sería menor si fueran hombres. Para estas mujeres, los hombres son más aventureros y tienen que ser más hábiles en conocimientos tecnológicos o informáticos y en saber dar órdenes. Las chicas se ponen como deberes los idiomas y admitir errores.

Cooperar en casa

Las cuatro horas que las mujeres dedican a las tareas domésticas suponen el triple de lo que destinan los hombres,  según la  Consellera de Benestar i Familía, que ayer alertó que muchas «dejan de trabajar cuando  tienen el primer hijo» y no vuelven al mercado laboral hasta los «45 o 49 años, con los hijos ya criados». La Conselleria ha puesto en marcha una campaña para sensibilizar a los hombres que participen en el cuidado de la casa pero no sólo para echar una mano, sinó para que se impliquen en poner lavadoras o llevar a los hijos al médico.