La consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal, admitió por vez primera lo que resultaba evidente: que la obra del nudo subterráneo de Cercanías y el Metro obligará al cierre de la línea. Sin embargo, la consejera no precisó ni cuándo ni cómo. Sólo dijo que la clausura se producirá «en algún momento».

Por otro lado, el Ministerio de Fomento, cuyo proyecto para la macroestación  implicará el cierre parcial durante dos años de la Puerta del Sol en superficie, intentó ayer calmar los ánimos, al señalar que las obras serán abordadas «por fases».

Fomento afirma que intentará un impacto «mínimo» en el tráfico de coches y peatones. Según el ministerio, el Ayuntamiento conoce el proyecto desde 2002.

Sea como sea, la Puerta del Sol se cortará desde el 16 de noviembre y estará así durante dos años.

La voz de la calle

José Manuel Fernández Taxista, 46 años. «Va a ser un desastre, me enteré ayer por la tele. No voy a poder trabajar aquí. Tendré que cargar a la gente en la Gran Vía o en Jacinto Benavente y ganaré bastante menos».

Susana B. S. Dependienta, 28 años. «Tengo clientas que, debido a las obras, ya no pasan por aquí. A lo mejor tenemos que cerrar la perfumería, es un palo muy fuerte que cierren la plaza antes de Navidades, que es el mes más fuerte de ventas».

Jesús Díaz Conductor de bus de la EMT, 45 años. «A nosotros para trabajar no nos afectan las obras en la Puerta del Sol. A mí me da igual hacer diez viajes con el autobús que cinco. Yo trabajaré siete horas y punto».