El preso Francisco Larrañaga (en la imagen de la derecha) abandonó este lunes el penal de New Bilibid, a unos 30 kilómetros al sur de Manila, para ser trasladado a España, donde cumplirá el resto de su pena a cadena perpetua por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en 1997.

Larrañaga, de padre español y madre filipina y quien siempre ha defendido su inocencia, dejó el presidio de máxima seguridad a las 05.35 hora local (23.35 en la península española) y subió a un vehículo privado con cristales oscuros, seguido de un furgón blanco del departamento de prisiones con cuatro guardias provistos de fusiles ametralladora.

El joven de 31 años había pasado más de siete horas en la sala de visitas de los abogados, desde que fue llamado por la dirección de la penitenciaría para ser informado de su traslado a España.

La operación se cerró después de que un juez del tribunal regional de Cebú anulara la orden dictada en 1997 y que prohibía a Larrañaga abandonar Filipinas, y de que expirará el plazo de tiempo dado el 29 de septiembre por ese mismo magistrado, para que se presentaran alegaciones en contra y a favor de su entrega a las autoridades españolas.

Agentes de la Policía Nacional española, que desde hace diez días se encuentran en Manila, se encargan del transporte.

A primera hora de la mañana (hora española) Larrañaga abordó el avión rumbo a España, custodiado por varios policías españoles. Fue el último pasajero en subir al aparato en el aeropuerto internacional de Manila.

Doce años en prisión

Larrañaga llevaba preso en New Bilibid más de doce años, desde que un juez le condenó, junto a cinco amigos, a cadena perpetua por la muerte de las hermanas Chiong.

En 2004, el Tribunal Supremo elevó la condena a la pena capital y Larrañaga ingresó en el corredor de la muerte, hasta que Filipinas abolió la pena de muerte en 2006.

Al año siguiente, España y Filipinas firmaron un acuerdo de traslado de presos.