Dentro de un mes, llegará el frío y Asunción (pensionista de 80 años), lo va a pasar mal. «Tendré que elegir entre comer o calentarme. O compro comida o pago la calefacción. Las dos cosas es imposible».

El caso de esta mujer mayor, cuya pensión roza los 500 euros al mes, no es el único y es más habitual de lo que parece. La actual crisis económica está haciendo que la diferencia entre ricos y pobres sea cada vez mayor, según confirma el sindicato UGT.

Se consideran pobres las personas que reciben ingresos por debajo de 512 euros al mes (un miembro) o entre 512 y 770 euros (dos miembros). Así, según los datos de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT, de las 346.285 pensiones registradas en la provincia, 160.069 están por debajo del umbral de la pobreza, es decir, que el 46,2% de los sevillanos mayores de 65 años malviven y apenas llegan a fin de mes.

«Nos ha sorprendido mucho. Cada vez hay más pensiones en el umbral de la pobreza», dice Pablo Navarro, secretario general de la Unión de Jubilados de UGT. «Los mayores son los primeros que notan la crisis por el encarecimiento de los servicios básicos, el IPC no cubre el poder adquisitivo de este colectivo», añade.

El mayor porcentaje se da en las pensiones inferiores a 512 euros: 83.427 sevillanos viven con menos de este dinero, el 52,11% del total.

En todo el país, el dato es preocupante también. A día 1 de agosto, un 26% del total de pensiones estaba por debajo de los 512 euros. «En cifras totales, ahora malviven ya más de 5 millones y medio de españoles mayores de 65 años».

Sólo subirán un 1%

El Ayuntamiento hispalense anunció la semana pasada que los impuestos municipales se congelarán en 2010, salvo los precios del autobús y el agua. Pero, malas noticias: las pensiones también se congelarán y sólo experimentarán una subida del 1%.

Dolores Pérez. Pensionista, 87 años.

«Tengo una invalidez y no cobro ni 500 euros de pensión. Con eso pago el alquiler, la luz, la limpieza de la escalera, el agua, el gas... y lo que me sobra, es para comer. Si pongo la estufa, la factura sube mucho así que me pongo la manta y aguanto el frío como puedo. Soy pobre y delicada, pero no vivo en la miseria porque mi familia no lo permitiría. Mis sobrinos siempre están muy pendientes. Si no fuera por ellos...»