Sus clientes eran preferentemente ciudadanos franceses y camellos que se mueven por Bilbao La Vieja. Residía en una pensión no declarada del Casco Viejo bilbaíno. Los pequeños traficantes acudían semanalmente a la vivienda.

Los agentes de la Unidad de Drogas de la Policía Municipal de Bilbao hacía tiempo que llevaban investigando a ese ciudadano extranjero de 29 años de edad.

El pasado martes, los guardias procedieron a la detención del sospechoso, justo cuando abandonaba la residencia.

En el momento del arresto, M.S. portaba un paquete de cien gramos de heroína para su entrega a otra persona, así como dinero y un teléfono móvil utilizado para ponerse en contacto con los pequeños traficantes.

Una vez en la habitación del sujeto, los agentes descubrieron ocultos entre viejos enseres casi tres kilos de heroína y cocaína, sustancia adulterada distribuida en varios paquetes, 23.000 euros en billetes, balanzas, contabilidad y resguardos de envíos de dinero a su familia en su país de origen, que no se ha dado a conocer. El acusado ha ingresado en prisión por orden del juez.

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