Comenzó a cantar en la zapatería familiar, ¿nunca pensó dedicarse a ese oficio?

Odiaba la zapatería con toda mi alma. No me gustaba nada, pero tenía que trabajar en ella para ayudar en casa. En aquella época frecuentaba un bar y me reunía con amigos para cantar lo que sabíamos entonces.

En su casa son nueve hermanos, ¿alguien más se dedica al flamenco?

No. Yo soy la única oveja negra de la familia. El único que ha salido de esta casta. Con 15 años me vine a Madrid a cantar y desde entonces estoy aquí.

¿Consigue siempre invocar al duende flamenco?

Soy muy tímido y responder a esto me cuesta. Para mi concierto de hoy en el Albéniz casi no quedan entradas y esto significa que algo debe tener el agua cuando la bendicen. Mi madre me enseñó en el vientre la voz que hoy desarrollo.

Dicen que los gitanos llevan el cante en la sangre, ¿y a usted, de dónde le sale a voz?

No lo sé, pero desde que tengo uso de razón me inclino por este mundo. Yo creo que es algo intuitivo. Conviví con gitanos en Barcelona y fue una experiencia maravillosa. Defiendo a ultranza que el cante flamenco es más gitano que payo.

¿Qué prefiere cantar?

Tengo una discografía muy amplia, pero los palos que mejor manejo son la soleá, la seguirilla y los tientos. Tengo una voz ronca  y me gusta. Las voces chillonas no me llenan.

¿Qué le parece este festival?

He participado en varias ediciones y creo que está muy bien.

¿Baila flamenco?

Soy malísimo bailando, pero me encanta.

* Teatro Albéniz. Paz, 11. 21.00 h. De 25 a 30 euros.

BIO

Nacido en la Puebla de Cazalla (Sevilla) en 1942, José Menese es el cuarto de nueve hermanos. En el año 1974 realizó su presentación oficial en Madrid en el Teatro Marquina, acompañado a la guitarra por Manolo Brenes y  por Paco Valdepeñas al compás.