Un 22,7 por ciento de los menores sometidos a intervenciones de la Dirección General de Justicia Juvenil (DGJJ) reincide en algún acto delictivo, según un estudio presentado hoy por el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat.

El estudio, el primero sobre la reincidencia delictiva de menores que se elabora en España desde la entrada en vigor de la nueva ley del menor del año 2000, constata que la tasa de reincidencia de los chicos es el doble, un 25,2 por ciento, que la de las chicas, un 12,7 por ciento.

Sin embargo, uno de los datos más sorprendentes del estudio, según ha explicado el responsable de investigación del Centro de Estudios Jurídicos (CEJ), Manel Capdevila, ha sido la certificación de que las chicas cometen porcentualmente más delitos contra las personas (lesiones, robos con intimidación y violencia) que los muchachos.

El estudio se ha efectuado con una muestra de 2.903 menores que finalizaron en el año 2002 algún programa de la Dirección General de Justicia Juvenil y que fueron seguidos entre dos y tres años para ver si reincidían.

El resultado es que "4 de cada 5 menores no vuelven a entrar en contacto con el sistema penal en los 3 años siguientes de acabado el programa al que estuvieron sometidos", ha explicado el director del CEJ, Joan Xirau.

Los menores que cometen actos violentos tienen una mayor tasa de reincidencia, un 27%, que los que son autores de delitos no violentos, un 21,6%, mientras que los menores que trafican con drogas sólo reinciden en un 7,2%, y los que cometen robos lo hacen en un 25,1% de los casos.

El estudio revela que el tiempo que los menores tardan en reincidir es de unos siete meses (195,9 días), aunque en el caso de los que han cometido delitos contra la libertad sexual se sitúa sólo en 86,67 días y los que trafican con drogas, en 322,8 días.

El estudio, meramente cuantitativo y que no ha entrado en el análisis de las cifras de reincidencia, ha dibujado por primera vez el perfil del menor reincidente, que se describiría como un hombre, consumidor de tóxicos, que ha padecido malos tratos físicos y emocionales en su familia y con antecedentes delictivos, de toxicomanía y de problemas de salud mental familiares.

También sería autor de delitos contra la propiedad y violentos, con una media de 3,52 hechos delictivos en su haber y de 7,6 causas en su expediente y alrededor de 16 o 17 años.

Por contra, los menores con una familia más estructurada, con mejor nivel de formación y una situación socio-económica suficiente dibujan el perfil de la mayoría de los chicos y chicas que pasan por la Dirección General de Justicia Juvenil y que no vuelven nunca más a reincidir.