Un estudiante de arquitectura pagaría 5.172 euros para completar su licenciatura en caso de aprobar todas las asignaturas a la primera. Y que se le atraviese una le saldría más caro todavía: tres euros más por crédito a partir de la tercera vez que se vuelva a matricular de ella. Hasta 3.500 euros menos gasta un diplomado en empresariales: son dos años menos de carrera y se trata de una enseñanza no técnica. Su precio es más barato por ello: 8,23 euros por crédito, según estipula la Xunta al inicio del curso.

Para los que empiezan de cero, 28 euros a mayores para expediente, sobre y seguro escolar. Pero, además, ser universitario requiere cuadrar los presupuestos más apurados: es muy fácil que los gastos superen los 500 euros al mes. Aunque el alumno invierte principalmente en la matrícula, también lo hace en libros, fotocopias y otros gastos básicos como la comida y el alojamiento. Vivir en la residencia Siglo XXI cuesta 33 euros al día y por un piso de alquiler se pagan unos 400 al mes. ¿Hay alguien que se apriete más el cinturón y se quede sin salir?.

Arquitectura ‘vs.’ empresariales

La de arquitectura ostenta el dudoso honor de ser la «carrera más larga», con una duración media de 8,4 años. El material de trabajo es más diverso y especializado y, además, requiere de proyecto de fin de carrera para completar 444 créditos: convertirse en arquitecto supone todo un desafío a la paciencia y a la cuenta corriente. El caso contrario es una titulación de tres años como, por ejemplo, la de empresariales

La tecnología más avanzada es la calculadora y sus 207 créditos la hacen más asequible.

Vocaciones, en definitiva, que pueden disparar las alarmas del presupuesto familiar.