"Tenemos una información que nos hace proceder con mucha cautela y declarar el estado de máxima alerta", declaró hoy, lunes, el primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, sin precisar más al respecto.

Shinawatra destacó que ha ordenado el inmediato despliegue de agentes de los servicios secretos de la Policía en todas las áreas frecuentadas por el turismo, incluidas las islas de Phuket (suroeste) y Samui (sureste), y el balneario de Pattaya, a unos 150 kilómetros al este de Bangkok, la capital.

Desde enero del año pasado, las fuerzas de seguridad tailandesas intentan contener sin éxito los constantes ataques y atentados con bomba que perpetran los militantes separatistas islámicos en las provincias musulmanas de Pattani, Yala y Narathiwat, en el extremo sur de Tailandia, y colindantes con Malasia.

Cerca de mil personas han muerto a causa de la violencia en la región musulmana, donde están desplegados más de 20.000 soldados de unidades de combate y unos 10.000 policías.

"Está gente (los terroristas) se mueve por la región, cuentan con conexiones y tienen vínculos", añadió el mandatario tailandés.

En una operación conjunta llevada a cabo en agosto de 2003 por agentes estadounidenses y la policía tailandesa fue capturado en la localidad de Ayuthaya, Riduan Isamudin, alias Hambali, supuesto jefe de operaciones de la Yemaa Islamiya (YI), considerada el brazo de Al Qaeda en el Sudeste Asiático.

Las autoridades indonesias sospechan que la YI se encuentra tras los atentados terroristas cometidos el pasado sábado en la turística isla de Bali, y que dejaron 22 muertos, 26 según fuentes hospitalarias