En la provincia de Granada hay cerca de 12.000 viviendas nuevas, terminadas, a la espera de encontrar un comprador. Es una enorme losa que cada día aplasta más las cuentas de las constructoras e inmobiliarias.

Según el Ministerio de la Vivienda, Granada terminó 2008 con unas existencias de 11.422 pisos nuevos, puestos a la venta. Y, visto lo que está ocurriendo en lo que va de año, va a ser difícil colocarlos. Y es que el ritmo de las ventas está siendo paupérrimo. Cada mes se están haciendo, de media, apenas 500 compraventas de viviendas nuevas.

Entre enero y mayo se vendieron en la provincia unas 2.600 viviendas, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero es que en ese mismo periodo se terminaron de construir casi 3.000, que se han incorporado al parque de viviendas nuevas sin vender.

Es decir, que las cifras de ventas no cubren siquiera las nuevas promociones de pisos. En cinco meses el número de viviendas sin vender ha aumentado en 400, que se suman a las 11.400 que había cuando empezó el año.

No obstante, lo cierto es que hay una clara tendencia a la baja en las nuevas construcciones. En enero se terminaron 784 pisos en la provincia, y la cifa ha ido cayendo hasta los 384 de mayo (últimos datos disponibles, del Ministerio de Fomento).

Asimismo, las promociones iniciadas también han bajado a casi la mitad desde que empezó el año.

Los expertos se muestran bastante pesimistas respecto al futuro. El director del Instituto de Práctica Empresarial, Marcial Bellido, calcula que, si se mantiene el actual ritmo de ventas, todo este excedente de inmuebles no tendrá un propietario hasta dentro de unos cinco años. Y dar salida a esas existencias es, según Bellido, un factor clave para la recuperación del sector de la construcción.