Vivir de universitario

El alquiler, la opción preferida de los estudiantes frente a la residencia privada, cuyo coste oscila entre 300 y 600 euros.
Dejar atrás la comida de mamá, el orden de la casa de los padres y la adolescencia. La universidad supone un cambio importante, sobre todo cuando es necesario mudarse de ciudad para estudiar aquello que uno quiere. En ese momento llegan las dudas y la pregunta: ¿dónde vivo?
Valladolid acoge cada año a unos 21.000 estudiantes que ocupan pisos de alquiler, residencias y los apartamentos de la universidad. Además, existen unos pocos que comparten su tiempo con una persona mayor.

Las opciones

Alquiler: Según el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios, José Manuel Hernández, cerca de un 30% de todos los alquileres de la ciudad son de universitarios. Éstos buscan cada vez más los pisos céntricos y grandes, para poder habitar en ellos cuatro o cinco personas. Suelen quedarse en el mismo todo el tiempo que dura la carrera. «Es un alquiler muy estable», reconoció. El gasto medio suele situarse entre 120 y 150 euros.

Residencias: La mayoría son privadas. Además de alojamiento, se suelen ofrecer pensión completa y, a menudo, servicio de limpieza. El precio oscila entre los 300 euros de las privadas más baratas y los 600 al mes de las más caras. En las públicas hay que pagar entre 230 y 410 euros.

Apartamentos universitarios: Están situados junto al campus Miguel Delibes. Cada inquilino cuenta con una habitación individual que cuesta entre 130 y 210 euros al mes, sin incluir comida ni cena.

Aprende de ellos

Cada vez son más los universitarios que se animan a vivir en el piso de una persona mayor que está sola. Ambos tienen ventajas, el joven no paga el alquiler, aunque sí comparte gastos, y el mayor de 60 años no pasa tanto tiempo solo. Uno aprende del otro, y viceversa. Una iniciativa que cada año aumenta y ya tiene unas 50 solicitudes cada curso. La propia Universidad de Valladolid (www.uva.es) establece las normas y se encarga de gestionar las solicitudes. La persona jubilada debe garantizar que el alumno tenga su habitación.

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