Sant Martí y Sarrià-Sant Gervasi son las mejores zonas de Barcelona para vivir si se tiene un perro. En estos dos distritos se halla el mayor número de áreas para canes (también las más amplias) para que los animales de compañía puedan pasear, jugar y liberarse.

En el otro lado de la balanza, los distritos de Ciutat Vella y Gràcia son los que disponen de menos espacios para perros, cosa que ocasiona que sean zonas conflictivas a nivel de incivismo con los excrementos de los animales. De hecho, el alcalde, Jordi Hereu, ha adelantado que este otoño incidirán en el control de las mascotas en la ciudad.

Sant Martí tiene una superficie 6.351 m2, repartidos en 15 pipicanes (cuatro de ellos superan los 300 m2). Mientras tanto, en Sarrià-Sant Gervasi hay 3.048 m2 para perros que incluyen 16 parques. Estas cifras contrastan con las de Ciutat Vella, con sólo nueve áreas, y Gràcia, con ocho. En medio se encuentran Nou Barris, con cerca de 2.700 m2 de áreas para perros y Sant Andreu, con 2.466 m2.

Los 10 distritos de la capital catalana cuentan con un total de 124 espacios específicos –hay una decena más proyectados– para los cerca de 100.000 canes que hay en Barcelona.

«Harían falta más», reconoce la presidenta de la Asociación Defensa Derechos Animales (ADDA), Carme Méndez, que también es consciente de que hay barrios «muy densos en los que no se puede construir más».

Sant Martí tiene dos de las áreas para perros más grandes: los parques de Carles I y de Diagonal Mar, con 2.215 y 1.280 m2. Les siguen la Ronda de Sant Martí, el Parc del Poble Nou y Can Miralletes. En Horta-Guinardó, están en los jardines de Hiroshima o Can Brasó. El Parc Central, la Guineueta, Turó de la Peira y Can Dragó son los más grandes de Nou Barris, mientras que en Sant Andreu se localizan en Josep Soldevila y el Parc de la Maquinista. En Sants-Montjuïc, Port Romà y Hortes de Sant Bertran. En Sarrià-Sant Gervasi, el Parc dels Monterols o el Putget. En el Eixample, el parc de l’Estació del Nord y, en Ciutat Vella, el de la Ciutadella.