Dados por muertos los 14 inmigrantes desaparecidos en el naufragio de un patera frente a Fuerteventura

La muerte de 14 inmigrantes desaparecidos al naufragar su patera ayer a 27 millas de Fuerteventura, así como la de tres ocupantes más de la barca cuyos cadáveres fueron recuperados, fue inevitable, pues su ansiedad y el no saber nadar se aliaron en su contra.

Así lo aseguraron fuentes de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo que, tras recabar información del suceso entre los tripulantes del pesquero "Nuevo Batavano", que rescató a 17 supervivientes del naufragio, coincidieron en opinar que todos los inmigrantes que formaban parte de ese grupo, 34 en total, podrían estar vivos si no se hubieran puesto nerviosos cuando iban a ser auxiliados. Pero las autoridades ha dado por muertos a los desaparecidos después de buscarlos durante un día entero.

Apenas cinco metros separaban de hecho la patera de los africanos del pesquero, que se hallaba fondeado en el momento en que ambas embarcaciones se cruzaron, en medio de un mar en calma y con viento flojo, en unas condiciones óptimas para izar de forma ordenada y sin riesgo para sus vidas a todos los inmigrantes, según las estimaciones de los tripulantes del "Nuevo Batavano".

La desesperación de los inmigrantes, que, hacinados unos sobre otros durante tres días en una barquilla de sólo unos seis metros de largo, desatendieron los gritos de los pescadores de que se mantuvieran quietos y esperaran su turno para ser subidos al buque, fue así el desencadenante de la tragedia, ya que muchos quisieron anticiparse y desestabilizaron la patera, provocando su vuelco.

Una vez producido éste, el desenlace fatal de la mitad de los miembros de la expedición, a quienes no tuvieron tiempo de auxiliar los pescadores que salvaron a su compañeros pese a que no dudaron en saltar al agua de inmediato para ello, fue, según las fuentes de la Guardia Civil, inevitable.

Los inmigrantes llevaban puesta ropa abundante, una protección contra el frío que, una vez mojada, se convirtió en un lastre mortal

A ello con- tribuyeron dos cir- cunstancias deter- minantes que se han repetido en los distintos naufragios de pateras que en los últimos años se han registrado en aguas de Canarias: que los náufragos no sabían nadar y llevaban puesta ropa abundante, una protección contra el frío que, una vez mojada, se convirtió en un lastre mortal.

Se cree muy difícil que se recupere alguno de sus cuerpos, debido a que las desapariciones no se produjeron cerca de la costa

En esa línea, y tras reconocer que todo apunta a que es imposible que hayan sobrevivido, destacaron que incluso se cree muy difícil que se recupere alguno de sus cuerpos, debido a que las desapariciones no se produjeron cerca de la costa, lo que facilitaría su hallazgo, sino en una zona situada mar adentro y bastante profunda.

En ese lugar, cuyos fondos se encuentran a una distancia de más de 1.500 metros de la superficie, las características de las corrientes y de la presión atmosférica suelen imposibilitar que salgan a flote los cadáveres, que quedarán sepultados bajo el mar, según todas las previsiones, detallaron.

Dos fallecidos más

Al saldo de inmigrantes muertos recientemente en Canarias o las aguas cercanas hay que sumar otros dos fallecidos ayer en Gran Canaria, destino de cuatro pateras entre la tarde del viernes y la madrugada del sábado.

En Gran Canaria, uno pereció ahogado al desembarcar en la Playa de Arinaga, al sureste de la isla, donde su cadáver fue hallado el sábado por la mañana, y otro en un hospital al que había sido conducido el viernes debido a que arribó con heridas graves y en un estado empeorado por la hipotermia y deshidratación.

El buen estado del mar en Canarias y en la franja que separa el Archipiélago del vecino continente ha sido determinante de las numerosas llegadas de inmigrantes que se han registrado desde el viernes, periodo en el que cuatro pateras tomaron tierra en Gran Canaria y otras dos fueron detectadas rumbo a Fuerteventura: la que naufragó y otra localizada durante la búsqueda de desaparecidos.

En esa nueva patera viajaban 37 hombres adultos de origen subsahariano que desembarcaron en perfecto estado. La cifra de inmigrantes localizados a su llegada a Canarias desde el viernes hasta ahora, incluidos los muertos y desaparecidos, asciende a 127, de los cuales 56 arribaron a Gran Canaria y el resto a Fuerteventura.

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