Detenido en Valencia un piloto argentino por participar en los 'vuelos de la muerte'

  • En el aeropuerto de Manises.
  • Argentina solicita su extradición acusado de torturas.
  • Poch es ahora comandante de la compañía de bajo coste Transavia.
Imágenes de archivo y actual del piloto Juan Alberto Poch, detenido por su presunta participación en los 'vuelos de la muerte'.
Imágenes de archivo y actual del piloto Juan Alberto Poch, detenido por su presunta participación en los 'vuelos de la muerte'.
EFE
Imágenes de archivo y actual del piloto Juan Alberto Poch, detenido por su presunta participación en los 'vuelos de la muerte'.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Quart de Poblet (Valencia) ha acordado el ingreso en prisión provisional y sin fianza de Julio Alberto Poch, el piloto de origen argentino detenido en el aeropuerto de Manises por su participación en los llamados vuelos de la muerte durante la dictadura argentina.

Durante la dictadura argentina, miles de detenidos argentinos fueron asesinados lanzándolos al mar desde aviones militares, lo que se conoció como vuelos de la muerte. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, las autoridades argentinas han solicitado la extradición de Poch por su implicación en esos sucesos.

La titular del citado tribunal ha tomado declaración al detenido en cumplimiento del exhorto del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.  Al acabar la comparecencia, que ha contado con la presencia del Ministerio Fiscal, el piloto ha sido trasladado al centro penitenciario de Picassent y ha quedado a disposición del citado juzgado central, que es el competente para tramitar su extradición, según han explicado las fuentes.

Detenido en una escala

Poch fue detenido cuando efectuaba una escala de 40 minutos en el aeropuerto de Manises, antes de regresar a Amsterdam como comandante de un avión de pasajeros.

Teniente de Fragata y piloto naval durante la dictadura en la Escuela de Mecánica de la Armada, Poch se había retirado de las fuerzas armadas argentinas y era ahora comandante de la compañía holandesa de bajo coste Transavia, para la que volaba a diferentes destinos europeos, entre ellos Valencia.

La Policía Nacional pudo confirmar a través de Interpol que el fugitivo había adoptado la nacionalidad holandesa y pilotaba con relativa frecuencia el vuelo que, procedente del aeropuerto de Schipol llegaba a Manises y regresaba a su punto de origen tras una escala de unos 40 minutos.

El arresto de Poch apenas produjo un ligero retraso en el vuelo de regreso a Holanda, ya que se había previsto un nuevo comandante con antelación.

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