Así lo ha anunciado en rueda de prensa el secretario general del PP, Angel Acebes, que ha adelantado que, en caso de que el Estatuto Catalán sea tramitado como una reforma estatutaria, su partido exigirá al presidente del Gobierno que disuelva las Cortes y convoque elecciones anticipadas.

"Los ciudadanos españoles han de ser consultados antes de que el Congreso tome una decisión irreversible", que degenerará en "un proceso de separación territorial", ha asegurado Acebes.

El dirigente popular ha destacado que el texto catalán contiene al menos "50 puntos inconstitucionales" y ha añadido que la aprobación del Estatut "es un paso decisivo en la nueva relación de Cataluña con los que no quieren llamarse España", en referencia a ERC. "Es lo más parecido y reúne todos los requisitos de la libre asociación", ha dicho.

Ha señalado que, "por primera vez en nuestra historia asistimos al hecho de que un presidente del Gobierno ha azuzado a una Comunidad Autónoma para separarse de España" y ha declarado que el Estatut supone una "ruptura del consenso constitucional".

Opinó que la aprobación del texto en el Parlamento ha contado con el "impulso" de José Luis Rodríguez Zapatero y supone un "clarísimo perjuicio para los ciudadanos, especialmente para los catalanes".

Una situación diferente

Afirmó que una "situación diferente" sería que el PSOE se comprometiera a no apoyar y no admitir a trámite en el Congreso el texto, haciendo lo contrario de lo que ha hecho el PSC en Cataluña.

"Ahora lo que no vale es un procedimiento para anestesiar y decir que luego ya lo convertiremos en constitucional en la tramitación del Parlamento. No, engaños ninguno", consideró.

Aseguró que el PSOE "no llevaba en su programa electoral una reforma constitucional que llevase aparejado un proceso como el aprobado hoy en el Parlamento catalán". Preguntado que hará el PP si se tramita como reforma estatutaria, Acebes resaltó que su partido "estará en contra" y "haremos todo lo posible para que este disparate no continúe".

Explicó que Cataluña tiene ahora "una fiscalidad propia que recauda todos los impuestos y contribuye, si quiere, a determinados servicios que le presta España" y una "justicia también propia".

Preguntado por las diferencias entre el Plan Ibarretxe y el Estatuto catalán, Acebes dijo que es más "preocupante" el segundo porque el vasco "no venía impulsado, por lo menos hasta hoy, por el presidente del Gobierno ni votado por el PSOE en el Parlamento autonómico".

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