Un grupo que asaltaba viviendas de lujo en el litoral andaluz, a las que accedía cuando sus moradores dormían y tras anular los sistemas de alarma, ha sido desarticulado por la Guardia Civil en una actuación en la que han sido detenidas ocho personas e intervenidos objetos por valor de 2 millones de euros.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, y el coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Málaga, José Espinosa, han informado de la operación en la que se ha desmantelado esta organización, a la que se le imputan más de cuarenta delitos, veinte de ellos robos en viviendas de Málaga (doce), Cádiz (siete) y Córdoba (uno).

La banda, con amplia movilidad geográfica, estaba integrada por tres albaneses, tres españoles y dos rumanas, que preparaban asaltos en la comarca malagueña del Valle del Guadalhorce, lo que motivó la intervención del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil, dirigida por el Juzgado número 1 de Málaga.

La investigación se inició el pasado mayo, cuando, a raíz de la colaboración ciudadana, los agentes tuvieron conocimiento de que un grupo de albaneses sin actividad laboral alguna habían fijado su residencia en una lujosa urbanización de Mijas y podrían estar llevando a cabo actividades ilegales.

Tras vigilar las viviendas

En sus desplazamientos, los integrantes del grupo seleccionaban una vivienda, la sometían a vigilancia y después neutralizaban los sistemas de alarma y accedían a su interior vestidos con ropa oscura y provistos de armas de fuego, con sus moradores dentro, ha explicado el brigada de la Unidad Central Operativa (UCO) Jesús Pastor.

En uno de los robos, en San Roque (Cádiz), los ladrones efectuaron varios disparos cuando el propietario les hizo frente tras percatarse de su presencia en el interior de la finca.

En lugar de abrir la caja fuerte dentro de la vivienda, la forzaban en las inmediaciones, y posteriormente se gastaban parte del dinero, mientras que el resto lo enviaban a Albania.

Se apropiaban también de las llaves de los vehículos, que robaban y vendían a los españoles detenidos, que tras colocarles matrículas falsas, los utilizaban en el tráfico de hachís.