El rugido de la masa aclamando a la selección española de baloncesto –celebrando este lunes la medalla de oro en el Europeo– suena de fondo durante la entrevista. Eva Amaral y Juan Aguirre no se inmutan: están acostumbrados a las grandes aglomeraciones. Próximamente terminan una gira a la que han asistido medio millón de fieles. Su nuevo trabajo es un DVD, La barrera del sonido, de un concierto grabado en directo.

¿Cuándo decidieron hacer un disco en directo?

Juan (J.): Fue al principio de esta gira. Nos dimos cuenta de que estábamos rozando nuestro sonido ideal. Tras cinco discos de estudio, creímos que era el momento.

¿Por qué deberían los fans comprar este disco? ¿Qué aporta a su discografía?

Eva (E.): Quizá no seamos los más adecuados para decirlo. Para nosotros aporta mucho porque en el estudio siempre intentamos sonar como lo hacemos en directo. Pero hay algo, esa emoción de estar ante el público, que nunca se llega a conseguir. Mucha gente nos dice que sonamos mejor en directo que en disco, así que ahí lo tienen.

¿Por qué el Palacio de los Deportes?

E.: Podía haber sido cualquier otro, pero por sus características era ideal.

¿Hay algo comparable a tocar en directo?

E.: No. Es algo alucinante. Hay algo místico en tocar ante la gente. Es una sensación que todo el mundo debería vivir alguna vez.

Y en breve, a descansar. ¿Había ganas?

J.: Bueno, vamos a echar mucho de menos tocar en directo. Engancha mucho.

Pueden ponerse el DVD...

E.: No, no. Lo hemos visto ya un millón de veces (risas). Nos hemos involucrado mucho en la producción. Somos muy perfeccionistas y nos gusta meter las narices en todo.

¿Cómo llevan el estar todo el día juntos de acá para allá?

J.: Bien, bien.

E.: El otro día fuimos al cine juntos. Por si no había bastante... (risas).

J.: Tenemos muchos amigos en común. Nunca nos ha costado nada convivir y llevarnos bien.

¿Y la fama? ¿Cómo se vive cuando os paran por la calle ?

J.: La fama es algo que no te tienes que creer. Es como un bicho que tienes amaestrado.

E.: Es algo un poco frívolo. Como juguete es divertido, pero no hay que tomárselo demasiado en serio.

Se han declarado defensores de las descargas en Internet. ¿Cómo ven el momento actual de la industria?

J.: Es un momento de cambio, nada más. Las descargas en Internet son un hecho. No se puede opinar a favor o en contra de las descargas, simplemente están ahí.

E.: Además, nosotros somos de una generación en la que se grababan casetes.

¿Les afecta la crisis?

J.: Sí, porque tenemos amigos y familiares que han perdido el trabajo. Nosotros somos muy afortunados, pero también vivimos en este mundo.

Se les llegó a acusar de transmitir mensajes satánicos. ¿Es lo más raro que les ha ocurrido?

J.: Sin duda, es una de las cosas más extrañas que nos han pasado. Como broma está bien, pero hay que desmentir oficialmente que seamos adoradores de Satán (risas).

E.: Cuando estuvimos en Chile, alguien dijo que Te necesito tenía connotaciones satánicas. Todo era porque contenía una figura literaria que decía "Vendería mi alma al diablo".

¿Con qué se quedan de estos casi 12 años de carrera?

E.: Con todo. Nos quedamos con lo bueno y con lo malo.

J.: Yo me quedo con la imagen de mi padre llevando los primeros recortes de prensa de Amaral en la cartera. En un principio no me apoyaron en mi carrera musical, pero ahora lo entiendo perfectamente.