«Muchas madres agradecen poder elegir entre ropa más moderna, pero hay otras que son clásicas y no salen del vestidito. Yo ofrezco ropa de diseñadores holandeses, argentinos, españoles...», dice Bárbara Carreño, dueña de Los bebés de Chamberí, tienda que apuesta por ropa de corte moderno.

Aunque la tendencia clásica –azul para niño, rosa y lacito para niña– sigue llevándose, las madres prefieren prendas todoterreno. «Buscamos ropa fácil de lavar, planchar y que sirva para varios hermanos. El lacito en el pelo y el vestidito se reserva para las ceremonias; cada vez se ve menos», aclara Sara Pérez-Tomé, madre de nueve hijos y presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid.

Uno de los inconvenientes de arreglar demasiado a los niños es «que hay niñas que con cuatro años quieren decidir lo que se ponen», advierte la psicóloga María Jesús Álava. «La ropa es cada vez más unisex», añade.