Tener algún tipo de discapacidad física o psíquica e intentar beneficiarse de la Ley de Dependencia se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para muchos valencianos.

Según los últimos datos facilitados ayer por el edil socialista del Ayuntamiento de Valencia, Julio Such, de las 7.177 peticiones de informes recibidos para llevar a cabo valoraciones, desde octubre de 2007 hasta agosto de este año, se han resuelto 3.318 de ellos especificando el grado de discapacidad y tan sólo 920 están recibiendo a día de hoy la prestación.

De los beneficiarios de las ayudas, en su mayoría (un 61%) son personas mayores de 65 años. Por contra, las personas menores de 30 años que sufren alguna discapacidad representan el 6,4%.

Las prestaciones más demandadas por los dependientes son las de atención residencial y cuidados no profesionales.

Ante estos datos la concejala de Bienestar Social,  Marta Torrado, replicó que  "durante el año 2009 la Comunitat Valenciana ha invertido 170 millones de euros para la aplicación de la Ley de Dependencia, mientras que el Gobierno central sólo ha aportado 24 millones".

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