Para los amantes de la gastronomía, una escapada al Valle de Aosta

  • En otoño se convierte en un destino ideal para el senderismo y la cocina.
  • Los paisajes rojos y amarillos visten la región italiana en otoño.
  • El senderismo es otra de las actividades para disfrutar de la zona.
Valle de Aosta
Valle de Aosta
Valle de Aosta

La región italiana del Valle de Aosta ofrece en otoño un sinfín de actividades para recorrer esta tranquila zona situada al pié de los Alpes.

Es la más pequeña de las regiones italianas, con una población que supera por poco los 120.000 habitantes. Sus fronteras limitan al norte con Suiza, al oeste con Francia y con la región del Piamonte al sur. El valle está rodeado por grandes montañas, que lo hacen un lugar idóneo para la práctica de los deportes de invierno. Cuenta con 28 estaciones de esquí y más de 1.200 kilómetros esquiables, 870 de la modalidad alpina y 300 de esquí de fondo.

El arte de la vendimia y la producción del vino y del queso Fontina, típico de la región, son algunas de las tradiciones del  Valle de Aosta en los meses de otoño.

Vendimia y senderismo en los viñedos. La zona alberga un recorrido para hacer senderismo  llamado Chemin des Vignobles, a través del cual el viajero puede descubrir el mundo de la producción vitivinícola alpina tal y como se hacía hace años.El camino cruza todo el valle central desde Aosta hasta Pont-Saint Martin, lo que permite, además, conocer la riqueza cultural y paisajística, que es mucha y variada.

A lo largo de todo el recorrido, el viajero encontrará restaurantes con encanto en los que saborear la gastronomía típica de la región. Esta excursión puede hacerse en un día o bien alargarla en varios. Para aquellos que deciden dedicarle más tiempo, existen hoteles con arquitectura típica.

La producción de queso. El Valle de Aosta dispone de una gastronomía privilegiada entre la que destaca su producto estrella: el queso Fontina. Es un queso con corteza compacta y fina de color marrón, elaborado con leche cruda y entera en forma de pasta semicocida, con una textura elástica y cremosa. Su sabor dulce y su aroma lo convierten en un apetitoso bocado. Únicamente se elabora con leche de vacas valdostanas procedentes de un sólo ordeñado. El queso de Fontina y el viño son dos

A mediados de octubre, en el pueblo medieval de Bart se celebra el Marché au Fort, una cita indispensable para los amantes de la gastronomía típica. Se trata de un escaparate enogastronómico donde se presentan, se degustan y se venden los productos típicos de la región. De la mano de los productores, se puede descubrir el secreto de la cocina valdostana en un  paisaje rodeado de viñedos y bosques de castaños.

Turismo rural. El otoño es una de las mejores épocas para descubrir el encanto de Valle de Aosta. Las montañas, verdes durante el verano, se vuelven rojas y le otorgan un encanto especial. El turismo rural es otro de los atractivos en esta época; se trata de un momento ideal para pasear por las calles de los pueblos más típicos y descubrir la tranquilidad que reina en cada uno de sus rincones.Desde el Observatorio Astronómico Regional, uno de los más importantes de Italia, se puede admirar el cielo en todo su esplendor.

Observación de las hojas. Los colores otoñales han encendido el interés por una disciplina natural muy extendida en América del Norte: la observación de las hojas. Esta práctica, que  consiste en observar las hojas de las más variadas especies en los bosques.

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