
Para todos aquellos espectadores que hayan tenido la suerte de ver la serie Succession todo esto no debería sorprender: la ficción está basada libre pero evidentemente en la vida y obra de Rupert Murdoch, magnate de los medios de comunicación, siendo el propietario de las polémicas Fox News y News Corporation. A su 92 años, y tras salir a la luz que está en una relación con la científica rusa Elena Zhukova, de 66 años, ha decidido quedarse con el cargo de presidente emérito y ceder su trono. Ese legado, ese puesto, ha recaído finalmente en uno de sus hijos, Lachlan Murdoch, que acaba de soplar 52 velas.
Tras siete décadas al frente del increíble entramado mediático, que aparte de la parte audiovisual y periodística también incluye entre otras cosas la editorial Harper Collins, el empresario se ha decantado por su tercer hijo, nacido en Londres en 1971 y del que dicen que conoce mejor los nuevos tiempos —sorprendió descubrir que tiene un tatuaje de un tribal en su brazo izquierdo—. Y, como figura que sucede a su padre, toca descubrir quién es Lachlan, como si fuese un spin-off de la exitosa serie de HBO.
A sus 52 años, Lachlan se ha impuesto a su hermana mayor, Elizabeth, y a su hermano pequeño, James. Todos ellos son fruto de la segunda y más longeva relación de Ruper Murdoch: desde 1967 a 1999 estuvo casado con la periodista Anna Torv. Su padre tenía previamente una hija y más tarde tendría dos más, pero todas las apuestas apuntaban a que sería uno de sus hijos con Anna quien le sucedería, como finalmente ha ocurrido.
Al igual que sus hermanos, se crió en Manhattan como parte de la alta burguesía y fue educado en las prestigiosas y exclusivas Aspen Country Day School y Trinity School de Nueva York —estuvo de prácticas en la sala de impresión de un periódico cuando tan solo tenía 13 años— antes de marcharse a estudiar la carrera de Filosofía en la Universidad de Princeton. Tras ello, eso sí, no ejerció, sino que entró a formar rápidamente parte del organigrama del imperio paterno.
Trabajó en varios periódicos del grupo, sobre todo en Reino Unido y en Australia, siendo este el lugar donde pasó una década, ya que acabó siendo editor del diario The Australian, recibiendo algunas críticas por intentar introducir el modelo norteamericano en la prensa del país oceánico. Cerca de cumplir los 30 años, alrededor del cambio de milenio, se traslada a Nueva York, ya que entra en la Junta Directiva de News Corp.
Para entonces, en un barco de Sídney y gracias a la diseñadora de moda Collette Dinnigan, quien más tarde sería la encargadade hacer el vestido de novia, Lachlan había conocido ya a su esposa, Sarah O'Hare, antigua modelo de la marca Wonderbra, con quien se casó en 1999 y yéndose tres semanas de luna de miel a Bután y al Caribe. Desde entonces han tenido tres hijos.
A primeros de siglo también entra en la Junta Directiva de Fox, el principal canal de televisión del grupo. Y entonces llega su momento de rebeldía. Lachlan se enfrentó a su padre cuando este, después de haberle loado en público, decide sin embargo favorecer a Roger Ailes, quien con su tono polémico es el responsable de que el canal que ayudó a fundar, Fox News, se convirtiese para muchos en un altavoz de la ultraderecha. Lachlan, por tanto, decide salirse del negocio familiar.
El futuro heredero sigue el mismo camino que su hermana Elizabeth, que había fundado por su cuenta su propia productora de televisión, Shine, y él decide hacer lo propio con una empresa de inversión privada en Australia, empezando con ella su propia cartera de medios de comunicación. Sin embargo, esta jugada no le salió bien y hubo de tragarse el orgullo y volver bajo el ala paterna en 2014, aunque con un puesto bastante mejor: la copresidencia tanto de News Corp como de 21st Century Fox.
Se dice que se debe a los fracasos de su hermano James al frente del canal por vía satélite Sky tanto en Inglaterra como en India. Gracias a este regreso fue que el padre vio las mejores cualidades de su hijo, que además decidió instalarse en Los Ángeles, en la mansión Chartwell, inspirada en el Palacio de Versalles, en cuyos terrenos se encuentra la casa que Ronald Reagan y su esposa Nancy tuvieron en Bel-Air y que le costó una cifra prácticamente récord: 150 millones de dólares —su yate cuesta 25 millones más increíblemente—. Allí es donde guarda su colección de Porsches diseñados a medida.
A partir de entonces ya parecía claro que sería el elegido por Rupert Murdoch para sucederle, máxime cuando fue quien habló en el evento en el que se cerró la venta de 21st Century Fox a Disney por 72.000 millones de dólares. Era 2019 y se entendió que Lachlan era quien prefería que el grupo se centrase en las noticias y los deportes, dejando el ocio y la cultura en manos de otros, ya que su nuevo imperio estará más asentado en decisiones de carácter corporativo que editoriales.
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— Adweek (@Adweek) September 21, 2023
Por ejemplo, se decidió el despido del polémico Tucker Carlson, otrora estrella de su cadena de mayor difusión, por su ultraderechismo. Aunque Lachlan le había apoyado, entendió que una reestructuración pasaba por no tener en plantilla a personas que les sumieran, como en el caso de Carlson, en demandas como la que les costó a Fox más 785 millones en indemnizaciones por propagar mentiras sobre las elecciones presidenciales de 2020.
Lachlan, que el año pasado se reunió con los principales ejecutivos de la cadena en Chartwell para intentar deerminar su estrategia para con las nuevas redes, tendrá su primera prueba de fuego en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024.
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