El Ejército ruso dirigió en la madrugada del lunes contra la región ucraniana de Odesa un total de 19 drones kamikaze Shahed y 14 misiles, dos de ellos supersónicos. Las defensas aéreas ucranianas interceptaron todos los drones y 11 de los 12 misiles de crucero Kalibr lanzados, pero no pudo evitar que algunos proyectiles alcanzaran diferentes infraestructuras.

Una de ellas ha sido el hotel Odesa Kempinsky, ubicado en el puerto marítimo de la ciudad. Aunque el edificio ya no ofrecía servicios a los ciudadanos, había sido adquirido por el empresario ucraniano Andrí Stavnitser, copropietario y CEO del Grupo TIS, uno de los principales operadores portuarios dedicados a la exportación agrícola.

Varios han sido los usuarios que a través de las redes sociales han compartido el antes y el después de cómo ha quedado el hotel tras el bombardeo.

Al menos dos muertos

El ataque nocturno en Odesa se ha saldado, además, con la muerte de dos empleados de un granero de la ciudad. Los equipos de rescate ucranianos encontraron después del mediodía de este lunes los cuerpos sin vida de dos trabajadores que llevaban desde la noche desaparecidos, ha informado el jefe de la administración militar de la región, Oleg Kiper.

Kiper ha transmitido sus condolencias a familiares y allegados de las dos víctimas, que se suman a la lista de trabajadores del sector agrícola muertos en ataques rusos contra esta industria ucraniana que está en el punto de mira de las fuerzas del Kremlin.