
Madrid acogió los días 22 y 23 de septiembre el Brava Madrid 2023, un espectáculo de música predominantemente urbana que iba a contar previsiblemente con una importante afluencia de personas -alrededor de 27.000 asistentes en total-.
Eso sí, no sin polémica, que nada tenía que ver con el cartel del evento ni con el éxito de convocatoria. El Ayuntamiento de Madrid ha estudiado el plan de movilidad que se dispuso durante este fin de semana para el festival tras el cobro de los autobuses lanzadera a Ifema Madrid.
El Consistorio puso en marcha un servicio especial de autobuses entre las paradas de la EMT en la avenida del Partenón localizadas en las inmediaciones del acceso sur de Ifema, Feria de Madrid y Plaza de Castilla sin paradas intermedias. El servicio operó el día 22 de septiembre de 2023 desde las 0.30 hasta las 3 horas y el 23 de septiembre de 2023 entre las 1 y las 4 horas con una frecuencia de paso de 7-9 minutos.
Sin embargo, y aquí está la polémica, el festival publicitaba en su web el Brava bus, un servicio de autobús lanzadera para viajar desde Ifema hasta Plaza de Castilla. Para usar este servicio había que pagar un entre 8 y 10 euros y en el momento de acreditarse para entrar el festival. A los que lo adquirían se les entregaba una pulsera especial, que daba acceso a los autobuses los dos días de conciertos.
La sorpresa de los asistentes fue mayúscula cuando comprobaron in situ que los autobuses no pertenecían a una empresa privada sino que eran del servicio especial gratuito que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) había puesto en marcha con motivo de festival, incluido en el plan de movilidad del Ayuntamiento.
Eso provocó confusión y mucho descontrol el primer día, tal y como se quejaron muchos asistentes, por lo que el festival emitió un comunicado en el que anunciaba un mayor "refuerzo" en el control de acceso a los autobuses durante la segunda noche. La consecuencia es que, en esa segunda jornada, se impidió que utilizaran los autobuses a todos aquellos que no tuvieran la pulsera.
Según han informado a Europa Press fuentes del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, el Ayuntamiento ha analizado el plan de movilidad y se ha constatado que "la organizadora del evento contrató el servicio del autobús de la EMT y puede comercializar esos tiques".
En cualquier caso, han informado de que se está prestando en las mismas condiciones que el resto de eventos producidos en Madrid y el Consistorio está recabando información por si se estuviera incumpliendo el plan de movilidad.
Este lunes, la organización del evento ha emitido un nuevo comunicado en el que asegura que "existe un contrato firmado entre la promotora y la EMT en el que se constituye la prestación de un servicio especial de transporte regular de autobús por parte de la EMT".
"En dicho contrato", asegura Brava Madrid, "se constata que la promotora abona una cantidad económica a la EMT por la prestación de ese servicio, por lo que no es un servicio gratuito, tal y como ha publicado la EMT".
El Ayuntamiento critica el "precio abusivo" del servicio
El Ayuntamiento ha confirmado que el festival podía cobrar el servicio de autobús lanzadera, pero que el precio fue "abusivo". A través de un expediente informativo analiza las consecuencias que ha tenido este cobro "para adoptar las medidas necesarias en caso de incumplimiento del plan de movilidad".
"Es la primera vez que el Ayuntamiento de Madrid tiene constancia de un hecho así", han señalado fuentes del Ayuntamiento a Europa press, a la vez que han asegurado que, "con carácter generalizado ante cualquier evento que incluya en su plan de movilidad servicios de autobús de la EMT autorizados por el CRTM, serán gratuitos para los usuarios".
Posteriormente, desde el Palacio de Cibeles el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha informado de que mañana se reunirán la empresa promotora, los servicios técnicos de la EMT y la Dirección General de Circulación para aclarar lo sucedido.
Además, ha querido dejar claro que en los próximos eventos ese servicio especial de la EMT será gratuito para todos los usuarios. "Había un plan que contemplaba los cortes de tráfico, las alternativas y la puesta en servicio de un sistema especial de la EMT sufragado por la empresa", ha detallado, a lo que ha añadido que hasta el momento no tenían constancia de ningún problema.
Un orgullo 2.0. musical
Bajo el leit motiv de "festival sin género", la primera edición del Festival Brava Madrid se ha coronado como un Orgullo 2.0. musical, un espacio donde se rompen las normas de género a través de la fantasía, la música y la moda.
Drags Queens, sesiones de Tarot, puestos de maquillaje o un dresscode show, el evento no solo se centró en la música, sino también en las personas asistentes, que cobraron protagonismo con sus looks, generando una atmósfera de libertad. Gafas de sol, purpurina, pegatinas de brillo, plumas o lentejuelas fueron los más destacados; eso sí todo ello apostando al rosa, el color que la organización había propuesto para esta primera jornada.
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