
El Palacio de Versalles parecía ayer miércoles la alfombra roja de los Oscar. La cena de gala que el presidente de Francia, Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, ofrecieron a los reyes Carlos y Camilla de Inglaterra, contó no solo con políticos insignes y altos mandatarios pisando los alrededores de los famosos jardines.
La cena se convirtió en un escaparate de variopintos invitados, desde el rolling stone Mick Jagger, que acudió con su joven novia, hasta actrices de renombre, como Carole Bouquet, consuegra de Carolina de Mónaco y futbolistas.
Carlos y Camila debían esta visita de cortesía al país tras la cancelación del viaje en marzo pasado. El tour, el primero que realiza Carlo III al país galo tras proclamarse rey en septiembre de 2022, concluirá mañana con la visita de los monarcas a la ciudad de Burdeos.

Este acto, más protocolario que político, contó con una anfitriona elegantísima, Brigitte Macron, vestida de Dior y de azul marino, exactamente igual que su invitada, que también eligió al diseñador francés, en un guiño al país donde se encuentra de visita.
Otros actores, como Hugh Grant y su mujer, la sueca Anna Elisabet Eberstein, también asistieron al evento. Por parte francesa, se vio con un atrevido modelo a la actriz francesa Charlotte Gainsbourg, hija de Jane Birkin, fallecida recientemente en Francia, donde era un icono.

La velada de lujo y esplendor ya forma parte de la historia de los dos países, tradicionalmente hermanados. Desde la oficina del presidente francés se dijo que la cena recordó a la visita de Estado de la reina Isabel II en 1972 cuando fue recibida en este mismo palacio de Versalles por el presidente George Pompidou.
Medio siglo después, su hijo y heredero ha participado en Francia, junto a su esposa Camila, de un apretado plan, con visita al Parlamento incluido. Allí, el monarca se dirigió a los asistentes en un perfecto francés.
Camila y Brigitte Macron jugaron simbólicamente un partido de pin pong en uno de los actos que han llevado a cabo juntas.

El menú, que lleva meses elaborándose, había sido aprobado tanto por Buckingham como por el Elíseo para satisfacer el gusto de la pareja real, así como del presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte. Los invitados cenaron en el prestigioso Salón de los Espejos un menú muy francés servido en platos en porcelana de Sèvres.
Al parecer, el soberano prohibió el foie-gras galo, pese a que es una materia prima clave para los tres prestigiosos chefs que han diseñado el menú. Concienciado ecologista, Carlos III ha prohibido el foie gras en sus residencias británicas, por lo que no hay posibilidad de que lo coma en Francia.

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