Amilcar Hill y Rahwa Ghirmatizion, una pareja residente en Buffalo, segunda ciudad más grande del estado de Nueva York, decidió contraer matrimonio durante el funeral de su hijo, Asa Hill, de 7 años de edad, que había fallecido el jueves 3 de septiembre en un accidente de tráfico.

El enlace tuvo lugar, cuenta la pareja, porque se lo habían prometido a su pequeño, según recogen en BBC. “Él siempre quiso que nos casásemos y nos preguntaba cuándo lo haríamos”, dijo Rahwa Ghirmatizion, la novia, quien lleva 13 años de relación con Amilcar Hill.

El funeral fue multitudinario. Asistieron cerca de 700 personas y los familiares del pequeño Asa dedicaron, llorosos, unas palabras al fallecido, tras lo cual vino el enlace matrimonial que sorprendió a la mayoría de los congregados. Lo habían mantenido en secreto y sólo el reverendo y los familiares más directos sabían de ello y habían aceptado la decisión.

Los novios, una pareja afroamericana, decidieron casarse mediante un ritual de tambores africanos y vestimentas propias de ceremonias de aquel continente, y consideraron que era el homenaje “apropiado” para su hijo.

No fue la decisión más difícil

Aunque pueda parecer que ésta fue la decisión más difícil tomada por la pareja aquel día, lo cierto es que el señor Hill afirmó que fue la donación de los órganos del pequeño lo que más le costó aceptar.

“Nos costó mucho decidirnos, pero creemos que hemos hecho bien y que podremos salvar a otros niños”, dijo en declaraciones al Buffalo Times, mientras animó a otras personas a que se hagan donantes.

Los riñones y el corazón del pequeño Asa serán trasplantados a dos personas.