La idílica villa de Annecy, un resort de turismo montañero al pie de los Alpes, en el este de Francia, ha conocido este jueves el horror. Poco antes de las diez de la mañana, un hombre entró con un cuchillo en un área de juegos infantiles del parque Le Pâquier y atacó a cuatro niños y a dos adultos antes de ser reducido por varios agentes.
La agresión se ha saldado con cinco heridos graves por apuñalamiento —un adulto y cuatro niños de corta edad, entre 22 y 36 meses— y otro adulto, leve. Todo sucedió en escasos dos minutos. La rápida intervención de la Policía permitió frenar el ataque salvaje y evitar la fuga del agresor, que intentó escapar a la carrera por la ribera de un lago.
El autor del suceso iba vestido con pantalón corto azul, jersey oscuro, gafas de sol y un pañuelo atado en la cabeza. En su furia saltó a la zona de toboganes y columpios, atacó a los abuelos a su paso y a niños dentro de carritos de bebés, tal y como se ve en las imágenes de un vídeo del momento del ataque viralizado en redes.
Francia ha descartado, de momento, que se trate de un acto de motivación terrorista. El presidente Emmanuel Macron calificó los hechos de "cobardía absoluta" y reconoció que la nación estaba "traumatizada".
Entre los heridos hay un niño de dos años, su hermana, de tres, una pequeña británica de dos años y un bebé de 22 meses y nacionalidad neerlandesa, según varias fuentes. Los menores fueron evacuados a hospitales, algunos incluso en helicóptero a Grenoble y a Ginebra.
El detenido, identificado como Abdelmasih S., de 32 años, carece de antecedentes judiciales o psiquiátricos y era un desconocido para las ONG que prestan servicio a refugiados en la comarca. Sí había sido visto a diario los últimos dos meses en el parque Le Pâquier, donde cometió su atrocidad. Un empleado del lago informó a medios locales que alertó a los responsables del jardín municipal de que había un hombre que pasaba los días solo y en silencio en bancos del parque.
Por lo que ha trascendido, Abdelsmasih consiguió el estatuto de refugiado en Suecia, país en el que vivió diez años, y se definió como cristiano al solicitar su asilo. En Suecia se casó y tuvo un hijo aunque hace ocho meses la pareja se separó y él viajó a finales de 2022 a Francia, donde no tenía domicilio. Gracias al estatus de refugiado podía moverse libremente por todo el espacio Schengen.
Al ser arrestado llevaba una cruz y un libro cristiano de oraciones, según la Policía. Había presentado su solicitud de asilo el pasado 28 de noviembre en la Oficina Francesa de Protección a los Refugiados y Apátridas de Francia (Ofpra). Su petición estaba en estos momentos en trámite por un procedimiento ordinario.
La Policía ha descartado que actuara bajo la influencia del alcohol o las drogas y le volverá a interrogar para determinar los motivos de su intento de asesinato de niños pequeños.
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