El emotivo mensaje de la hija de Bruce Willis sobre la enfermedad de su padre: "Pensé que había perdido interés en mí"

Bruce Willis junto a su hija Tullulah.
Bruce Willis junto a su hija Tullulah.
Rich Fury
Bruce Willis junto a su hija Tullulah.

Tras cumplirse poco más de un año de que el reconocido actor Bruce Willis dejara la interpretación a causa de la demencia frontotemporal que le fue diagnosticada, su hija Tullulah Willis, fruto de su relación con la actriz Demi Moore, ha decidido abrirse y contar cómo le ha afectado esta situación. En un ensayo, publicado el pasado miércoles en la revista Vogue, la joven de 29 años relata los devastadores momentos que vivió antes de que a su padre se le diagnosticara la enfermedad, el impacto que generó descubrir la verdad y lo difícil que les ha resultado a ella y a su familia aceptarlo.

La joven confiesa que sabía que "algo andaba mal desde hace mucho tiempo" y que todo inició cuando el actor comenzó a dar "respuestas vagas". Sin embargo, admite que al principio no tenía la menor idea de lo que se sucedía a su padre y pensó que probablemente su falta de respuestas se debía que el actor estaba perdiendo su capacidad auditiva, algo que, según indica, le suele suceder a los actores de Hollywood.

Después, esa falta de respuesta se fue incrementando y Tullulah empezó a tomárselo como algo personal. "Había tenido dos bebés con mi madrastra, Emma Heming Willis, y pensé que había perdido interés en mí. Aunque esto no podría haber estado más lejos de la verdad, mi cerebro adolescente se torturó a sí mismo con algunas matemáticas defectuosas: no soy lo suficientemente hermosa para mi madre, no soy lo suficientemente interesante para mi padre", confiesa.

A todo esto se sumaron los problemas de autoestima que Tullulah ha padecido desde que era una niña. Cuando tenía once años las críticas en redes sociales sobre su apariencia "desfavorecedora" la afectaron seriamente. "Wow, se ve deforme. Mira su mandíbula de hombre, es como una versión fea de su padre. Su madre debe estar tan decepcionada", decía uno de los comentarios a una foto que había subido junto a su madre.

Tullulah también se abrió a hablar sobre sus problemas de salud. Confesó haber sido diagnosticada con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y también con el trastorno límite de la personalidad, "una enfermedad que afecta la capacidad de regular las emociones y encontrar estabilidad en las relaciones". A estos padecimientos se sumó la anorexia y de hecho recordó que hace tan solo un año pesaba 38 kilos. Además, mientras ella sufría su dismorfia corporal, su padre padecía de afasia, un trastorno que afecta a la producción del habla y a la comprensión del lenguaje, y que es síntoma de demencia frontotemporal.

La lucha silenciosa

"Admito que he enfrentado su declive en los últimos años con una parte de evasión y negación de la que no estoy orgullosa. La verdad es que yo misma estaba demasiado enferma para manejarlo". Asimismo, la joven indica que "Mientras estaba envuelta en mi dismorfia corporal, haciendo alarde de ella en Instagram, mi padre luchaba silenciosamente. Se estaba realizando todo tipo de pruebas cognitivas, pero aún no teníamos un diagnóstico".

Durante ese tiempo, la relación con su padre no era la mejor. Sin embargo, cuenta que todo cambió cuando asistió a una boda en el verano de 2021. El discurso del padre de la novia la conmovió y estremeció de tal manera que no aguantó el llanto. "De repente me di cuenta de que nunca llegaría a ese momento, mi papá hablando de mí en mi boda. Fue devastador. Dejé la mesa del comedor, salí y lloré entre los arbustos", admite la joven.

Meses más tarde su prometido la dejó y su familia la envió a un centro de rehabilitación en Texas. Tras su estancia allí admite que se siente mucho mejor y dispuesta a seguir fortaleciendo la relación con su padre. De hecho, comenta que cada vez que lo visita toma muchas fotografías y que está guardando todos sus audios para tener registro de la voz de su padre cuando él ya no esté. 

Con respecto al estado de salud de Bruce afirma que "Todavía sabe quien soy y se ilumina cuando entro en la habitación". Destaca que una diferencia entre la demencia frontotemporal y el Alzheimer es que la etapa temprana de la primera se caracteriza por el déficit motor y del lenguaje, mientras que la segunda por la pérdida de la memoria. Además, expresa que en el caso de su padre, la enfermedad todavía no ha afectado su movilidad. Sin embargo, a pesar de que ya lo ha aceptado, Tullulah confiesa no saber si debe hablar de su padre en presente o en pasado, porque todavía tiene esperanzas y se resiste a la idea de perderlo.

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