El Gobierno retrasa a septiembre el discurso de Sánchez en la Eurocámara por el 23-J y tras la protesta del PP Europeo

Pedro Sánchez, en un mitin en Barcelona.
Pedro Sánchez, en un mitin en Barcelona.
EFE
Pedro Sánchez, en un mitin en Barcelona.

Que el adelanto electoral iba a trastocar los planes de Pedro Sánchez era un hecho, y el Gobierno ha pedido posponer el discurso que tenía planeado el presidente para la semana del 10 de julio ante el Parlamento Europeo y en el que iba a explicar las prioridades de la presidencia española del Consejo, que arranca el día 1 de ese mes. Esta petición se conoce justo después de que el Partido Popular Europeo instase a lo propio, con una carta a la Comisión, para no trasladar a la esfera comunitaria las cuestiones nacionales.

Y es que la comparecencia de Sánchez en Estrasburgo se daría solo diez días antes de la cita con las urnas, por lo que Manfred Weber, jefe de los conservadores en la Eurocámara, considera que sería más constructivo que un presidente "recién elegido" puediera presentar la agenda después de los comicios. Tanto el PPE como ahora el Ejecutivo quieren que la aparición en Estrasburgo se dé en septiembre, aunque desde Moncloa acusan a Weber de entrar en una "instrumentalización" del asunto.

"Esta mañana, el Gobierno de España ha solicitado formalmente a la Presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, el aplazamiento de la comparecencia del Presidente del Gobierno ante el pleno de la Eurocámara para presentar las prioridades de la Presidencia Española del Consejo de la UE", confirman desde Moncloa, y no es algo que se produzca contrarreloj. "Esta decisión ya fue avanzada el pasado martes 30 de mayo a la Dirección General de Comunicación del Parlamento Europeo, 24 horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara la convocatoria de elecciones generales", añaden.

Según indican fuentes comunitarias, el martes pasado, un día después de que Sánchez anunciara el adelanto electoral, Moncloa se dirigió al Parlamento Europeo para, en una "conversación informal", interesarse por si sería posible aplazar la comparecencia al Pleno hasta septiembre, en caso de que finalmente Madrid lo decidiese así. La respuesta que se dio es que sí podría suceder y que, como ocurrirá ahora en España, no esa la primera vez que un país celebra elecciones o cambia de gobierno durante su Presidencia semestral de la UE.

La decisión última sobre esta petición del PPE la tiene la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo. Mientras, Moncloa no altera los planes y mantiene la agenda, que espera no se trastoque demasiado pese al paso por las urnas. El semestre iba a ser un espaldarazo para el Gobierno ante unas elecciones previstas para diciembre, pero ahora todo ha cambiado. Por lo pronto, la disolución de las Cortes también acaba con la comisión especial prevista para gestionar la presidencia.

En ese marco la agenda estaba casi cerrada: cumbres ministeriales en todas las CCAA, un encuentro a lo grande de líderes de los 27 en la Alhambra -el 5 y el 6 de octubre- y temas como la reforma de las reglas fiscales o la del mercado eléctrico, la migración o la relación de la UE con América Latina como grandes ejes. El PP había pedido también una comisión con la que 'vigilar' los gastos encuadrados en ese semestre, algo que a priori tampoco se dará si sumamos la campaña electoral y el posterior periodo de negociaciones, si es que no se da incluso una repetición de los comicios.

El problema, no obstante, viene no porque se celebren elecciones en plena presidencia, sino por la cercanía entre el arranque de la presidencia y la cita con las urnas. Por ejemplo, en enero de 2022 Emmanuel Macron también habló ante el Parlamento Europeo, pero en su caso los comicios -las presidenciales francesas- estaban previstas a meses vista, en abril.

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