A la escritora sueca Astrid Lindgren, creadora de Pippi Calzaslargas, le indignaba que los niños no tuvieran poder de decisión y por eso se convirtió en una abanderada de los derechos de la infancia que defendió a través de sus personajes, como esa niña pelirroja rebelde y rupturista referente de generaciones, además de por los libros en los que aparece, por la serie de los años sesenta.

Así lo ha recordado este miércoles en Madrid su nieta, Annika Lindgren, en el homenaje que se ha realizado a la escritora en la embajada de Suecia con motivo de la celebración de la Feria del Libro de Madrid, en un acto en el que han participado libreros y se ha destacado la vigencia de sus historias infantiles.

Carmen Mola regresará a lo grande con un 'thriller' histórico que mezcla amor y muerte en la Cuba colonial

Los libros de Astrid Lindgren son clásicos de la literatura infantil y a pesar del paso del tiempo los niños que los leen se siguen sintiendo identificados en los sentimientos de los personajes", ha indicado su nieta.

Su abuela, ha recordado, tenía 23 años cuando un día fue al parque con su hijo (el padre de Annika) y se enfadó al ver cómo las madres trataban en general a los niños, "sin darles ningún poder de decisión" y así lo reflejó en su diario. Desde entonces se convirtió en una abanderada de los derechos de la infancia.

Defendía el derecho a ser un niño, ha explicado la responsable de los derechos internacionales de The Astrid Lindgren Company, Lina Talgre, que ha recordado cómo toda su obra está escrita a través de los ojos infantiles.

Talgre ha explicado también que decidieron cambiar una palabra de los libros escritos por la escritora, que falleció en 2002, en concreto de las historias de Pippi Långstrump donde aparecía el término "nigger", una expresión racista que resultaba "dañina" hacia los niños: "Astrid no hubiera querido nunca hacer daño", ha recalcado.

Esther Rubio, fundadora de Kókinos, la editorial que publica en español sus libros, ha destacado cómo, casi 80 años después de su publicación, la pequeña Pippi Långstrump "continúa agitando conciencias".

Pero no fue solo Pippi sino que Astrid Lindgren dio vida a otros personajes que han sido ahora recuperados en español, como los de Las travesuras de Emil, Los hermanos Corazón de León, o Mío, ha explicado la responsable de Kókinos, que acaba de publicar Ronia la hija del bandolero.

Astrid Lindgren, nacida en una granja sueca en 1907, se convirtió en una de las escritoras infantiles ma´s leídas del mundo y su obra ha sido traducida a más de un centenar de idiomas. Pero también fue una de las más importantes creadoras de opinión en su país, ha dicho Rubio.

Así, a los 68 anüos escribio un artículo para el diario sueco Expressen denunciando el sistema de impuestos sueco que causó la reforma de la legislación fiscal y la caída del gobierno de ese momento.

Gracias a ella se promulgó una ley contra el maltrato animal en 1988, conocida como Ley Lindgren en su honor, y antes, en 1979, inspiró otra contra la violencia infantil, que nace de su discurso titulado "¡Violencia, jamás!", que pronunció cuando recibió el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, una legislación que convirtió a Suecia en el primer país que prohibió legalmente el castigo corporal a los niños.

La mayoría de sus títulos, ha recordado la editora, fueron llevados a la pantalla y ella misma escribió los guiones y participó en la transformación de sus textos en imágenes.