Irene Urdangarín, la pequeña de los hijos de la infanta Cristina y el exdeportista Iñaki Urdangarin, cumple 18 años el próximo 5 de junio. La joven, alta, rubia y de intensos ojos azules (rasgos todos ellos de familia), ha vivido casi toda su vida fuera de España, lo que ha hecho que su presencia en los medios haya sido escasa, sobre todo, en comparación con sus otros primos Borbón. 

Las hijas de los reyes, Leonor y Sofía, tienen una agenda oficial que les obliga a estar ante los medios de forma frecuente. Y Froilán y Victoria Federica, hijos de la infanta Elena, han optado por la vida de ocio, como fiestas y eventos varios. En concreto, ella se ha convertido en influencer y modelo y es frecuente verla en revistas y campañas publicitarias.

Por el contrario, Irene se ha inclinado por seguir su destino al margen de los focos, arropada por sus padres, que pese a estar separados desde hace más de un año, no han formalizado el divorcio, a la espera, precisamente, de la mayoría de edad de la benjamina. Su madre no quería llegar a un convenio expreso de guardia y custodia, pero ahora ya pueden presentar una demanda de divorcio, al ser todos sus hijos mayores de 18 años.

JESUS BRIONES

La joven, muy unida a sus hermanos Juan (23, que estudió Relaciones Internacionales), Pablo (22, deportista) y Miguel (21, estudiante de Ciencias Marinas en Londres), ha seguido viviendo con su madre en Ginebra, donde se trasladaron cuando empezaron los problemas legales de Iñaki que finalmente le condujeron a prisión por el caso Noos. 

Allí tendrá lugar su puesta de largo, en una fiesta sencilla, como ha pedido la protagonista, a la que acudirán su abuela Sofía, sus hermanos, previsiblemente su tía Elena y sus primos, algunos familiares por parte de los Urdangarin, y su padre, Iñaki. Esta será a primera vez que coincidan la infanta (quien cumplirá 58 el día 13) y su exmarido en los últimos meses. Él vive en Vitoria con su madre, Claire Liebaert, quien no viajará a la ciudad suiza porque se encuentra delicada de salud. Hay que recordar que Iñaki mantiene una historia de amor con la abogada vitoriana Ainhoa Armentia, desde que trascendiera su separación de Cristina.

Pero ¿cómo es la sobrina de los reyes de la que menos se sabe? Irene habla perfectamente inglés y francés, también catalán (peor que sus hermanos porque se fue enseguida a vivir a Washington) y algo de alemán. Toca el piano, le interesa la moda, pero no como a su prima Victoria, sino para ir de compras y llevar prendas deportivas combinadas con detalles de lujo, como un bolso Chanel, o gafas de marca. 

CASA REAL

Adora a sus hermanos, en particular a Pablo, que juega al balonmano en Cataluña (este año ha jugado en el Barça y al que viene lo hará en el Granollers); tiene una relación estrechísima con sus primos Urdangarín, de hecho una de sus primas, Carlota, vivió con ella y su madre en Ginebra. Le apasiona la música, practicando el piano en primer lugar y apostando por grupos de moda también: ha estado en un concierto de Coldplay en Barcelona, junto a su madre y su hermano Pablo. Allí también aplaudió a su madrina, Mafalda de Bulgaria, cantante y telonera de los  británicos.

Irene tiene un perfil bajo y así desea seguir, como sus amigas suizas, las del Liceo Francés de Barcelona y las del círculo de vela de su madre, a las que ve con frecuencia. Aunque se dijo que iba a estudiar hostelería en una prestigiosa escuela de Ginebra, lo cierto es que según la revista Hola, eso no será así. Su rendimiento escolar ha bajado en los últimos tiempos, por lo que su madre ha estado muy pendiente de que sacara el curso. Dependiendo de sus notas finales, la joven elegirá una disciplina u otra para seguir estudiando. Se sabe que le gusta el arte, las letras y el diseño más allá de la moda.

Irene vivió el caso Noos siendo una niña, lo que permitió mantenerla alejada de la polémica. Pero no pudo evitar saber que su padre entraba en prisión. Y la noticia de su separación, cuando acababa de cumplir 17 años, la llevó anímicamente muy mal, según su entorno. Le costó perdonar a su padre, pese a lo unidos que habían estado.

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La última vez que Irene se dejó ver en un acto público fue en el entierro de su tío abuelo Constantino de Grecia, hermano de su abuela Sofía. Con su altura y su rubia belleza, la joven destacó por su porte y elegante atuendo. Ahora afronta su mayoría de edad pretendiendo ser una más, sin notoriedad, ni protagonismo. Tal y como ha vivido sus primeros 18 años.