Sánchez sorprende a todos. Cuando ayer anunció Moncloa una declaración institucional del presidente ningún pronóstico contaba con la disolución de las Cortes y la convocatoria inmediata de elecciones generales. Sánchez descoloca a propios y extraños con una decisión arriesgada que trata de evitar el desangrarse en los seis meses que restan de legislatura. Una jugada que interpela a la unidad de su partido y a las formaciones a la izquierda del PSOE, cuya dispersión ha contribuido generosamente a su debacle en ayuntamientos y comunidades. Audacia política en estado puro.