El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la convocatoria de las elecciones generales de 2023 para el próximo 23 de julio. El presidente ha anunciado que esta misma tarde el Consejo de Ministros aprobará la convocatoria electoral, que se hará efectiva con su publicación en el BOE. El adelanto electoral viene precedido por la victoria del PP en la mayoría de Comunidades Autónomas y grandes ciudades en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.

Las elecciones se celebrarán en julio, en plenas vacaciones de verano para gran parte de la ciudadanía. Es un escenario inédito en la historia de la democracia en España y falta por ver si esto favorecerá la participación o la abstención. Pero, ¿pueden convocarse unas elecciones en verano, cuando gran parte de la población podría no poder votar?

A quién podría favorecer la abstención por las vacaciones de verano en las elecciones generales adelantadas de julio de 2023

La ley electoral no impide que sean en verano

Las elecciones generales nunca se han celebrado en los meses de julio y agosto en España. Lo más cercano a estas fechas estivales fue cuando se celebraron en junio en 1986, 1993 y 2016. En esas elecciones, el PSOE obtuvo la victoria en las dos primeras, mientras que el PP ganó las más recientes. 

De hecho, tampoco ha habido nunca unos comicios municipales o autonómicos en verano, salvo los aplazados en 2020 por la pandemia en el País Vasco y en Galicia. En aquellos comicios, la participación cayó hasta cuatro y diez puntos respectivamente.

Sin embargo, la ley electoral no incluye en sus disposición ninguna limitación de fechas respecto a la convocatoria de elecciones generales. Atribuye su convocatoria al Presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros y mediante Real Decreto, e implica la disolución de las Cortes, pero puede realizarse en cualquier día del año.

En Andalucía no puede haber elecciones en verano

Aunque la convocatoria de elecciones sólo es competencia del presidente del Gobierno, si que hay leyes españolas que reconocen la imposibilidad de convocar elecciones en verano. Es el caso de Andalucía, donde las elecciones al Parlamento, según su estatuto de autonomía, no pueden celebrarse "entre los días 1 de julio a 31 de agosto", según reconoce el texto legal.