El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la convocatoria de las elecciones generales de 2023 para el próximo 23 de julio. El presidente ha anunciado que esta misma tarde el Consejo de Ministros aprobará la convocatoria electoral, que se hará efectiva con su publicación en el BOE.  El adelanto electoral viene precedido por la victoria del PP en la mayoría de Comunidades Autónomas y grandes ciudades en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. 

Estos comicios, los del 28-M, han tenido una participación del 63,91%. La abstención, que alcanzó en las municipales un 45,51%, el dato de abstención más alto en democracia, puede reeditarse en verano, cuando gran parte de la población estará de vacaciones y podría no votar en los comicios. Pero, ¿a quién podría beneficiar esto? Los datos históricos de participación en España pueden ayudar identificar una tendencia a este respecto.

La izquierda suele salir beneficiada de la alta participación

Los datos de participación en las elecciones generales en España demuestran que el PSOE es el principal beneficiado de una alta participación. Los socialistas han obtenido triunfos electorales en cuatro de las cinco elecciones generales con más participación. Así ocurrió en 1982 (79,97%), 1993 (76,44%), 2004 (75,66%) y 2008 (73,85%). 

Por su parte, el PP ha obtenido la victoria en dos de las cuatro elecciones generales con menos participación (2016 y 2000), mientras que UCD obtuvo la victoria en 1979, cuando se registró una participación de apenas el 67%. 

De los datos de participación, por lo tanto, se puede extraer que la alta participación suele favorecer a los partidos de izquierda, principalmente al PSOE. Aunque hay que tener en cuenta que nos enfrentamos a un escenario inédito: nunca antes en la historia se habían celebrado unas elecciones generales en pleno verano.