Le acusaron de ceder ante la derecha cuando anunció la creación de la Oficina Prevención de la Ocupación.La inseguridad ¿a quién afecta más? Pues afecta más a la gente más humilde. Afecta más a los hogares más vulnerables. La inseguridad afecta más a los que menos tienen y no se pueden poner una alarma, o no se pueden pagar seguridad privada. En consecuencia, una política de seguridad firme es de izquierdas. Porque lo que haces es desplegar una política pública que protege a los que menos tienen y a los que más sufren la inseguridad. 

¿Qué se pretende conseguir?Nuestra iniciativa quiere evitar justamente que se produzca ese fenómeno, que se cronifique. Muchas veces no se denuncian los espacios ocupados, pisos o bajos, y los problemas se cronifican. Eso ha generado problemas muy graves de convivencia en los barrios más vulnerables, además de provocar un daño contra la propiedad privada.

¿Qué novedades aporta la operativa de esta oficina?Esta oficina permite aplicar la nueva ley del Parlament de Catalunya que habilita a los ayuntamientos para personarse en caso de ocupaciones cuando los legítimos propietarios no denuncian. Y eso pasa sobre todo con grandes propietarios. Además, desde el número de teléfono 112 se aplica un protocolo en el que intervienen Guardia Urbana, Servicios Sociales, Mediación y Asistencia Jurídica. Y entonces se guía a la persona en los pasos que hay que dar y se activan todos los servicios municipales. Apoyamos a los Mossos d’Esquadra o en su caso la fiscalía o el juez, pensando en el ciudadano que está afectado.

¿La ocupación se ha utilizado con fines electoralistas?Hay intereses políticos, obviamente, por parte de grupos antisistema, es evidente, y por parte de grupos de la derecha, que entre ambos se retroalimentan.

La ocupación, ¿es un problema de vivienda o de seguridad?La ocupación no puede ser la solución a la falta de vivienda para personas vulnerables. Esas carencias las tienen que cubrir las administraciones, empezando por el ayuntamiento y la Generalitat. Y, por lo tanto, no se deben vincular una cosa a la otra. Una cosa es que las personas vulnerables tengan derecho, sobre todo las familias con niños, a una vivienda de emergencia. Eso hay que garantizarlo sí o sí. Otra cosa es cometer un hecho ilegal, como la ocupación de una propiedad privada.

El PSC se ha encargado en este mandato del ámbito de seguridad. ¿Cuál es su balance?En primer lugar, 1000 guardias urbanos más en la calle, para recuperar la figura de la patrulla de barrio por parejas que hemos empezado a desplegar a un ritmo de 250 agentes cada año. Hemos resuelto un problema que se había cronificado con el top manta y hemos eliminado el problema con los bici-taxis. También hemos evitado que los patinetes de sharing, los patinetes compartidos, se instalen en Barcelona. Es decir, todo aquello que compete directamente a la Guardia Urbana se ha hecho bien. Creo que la Guardia Urbana ha hecho un trabajo magnífico. Yo estoy muy orgulloso del trabajo que han hecho.

¿Y la delincuencia común?Hemos conseguido impulsar una reforma a nivel de España contra los multireincidentes. En estos momentos, desde agosto, ya está vigente la ley que penaliza hasta con 18 meses de cárcel a los que cometan tres hurtos de forma consecutiva. Eso no existía y teníamos un problema muy grave en Barcelona. Además, el mes de febrero, Salvador Illa acuerda con el Presidente Aragonés el compromiso de desplegar 600 Mossos d’Esquadra. Lo cual demuestra de forma muy clara que efectivamente ese compromiso no se había asumido por parte de la Generalitat.

Desde el ayuntamiento también se han quejado de que la Generalitat tampoco ha cumplido con sus compromisos de vivienda.Si soy alcalde, le voy a presentar al Presidente de la Generalitat las zonas de crecimiento donde se pueden hacer 70.000 viviendas públicas protegidas, 35.000 de alquiler, para que la Generalitat cumpla con su obligación, porque no lo ha hecho durante estos años. De hecho, la única administración que los últimos 4 años ha puesto dinero en Barcelona es el Estado, con un acuerdo con el Gobierno del presidente Sánchez que supuso la inyección de 70 millones de euros para construir vivienda en Barcelona. Sin embargo, la Generalitat ha puesto cero.

¿Y en transporte público?Hasta que no hemos hecho el acuerdo de Presupuestos con el señor Aragonés no hemos conseguido arrancar 52 millones de inversión para estaciones de metro, y 13 estaciones de metro más en las líneas 1, 3, cuatro y la 9. De hecho, desde la época del tripartito, desde la época de José Montilla, no se hacen estaciones de metro. Desde que no hay un alcalde socialista, no se ha movido la tuneladora de la Línea 9. Ahora empieza a moverse.

¿Apuestan por un cambio en la Generalitat?Es fundamental. De hecho, ha tenido que ser el jefe de la oposición quien arranque un compromiso al Presidente de la Generalitat para invertir en la red de Metro.

¿Se plantean un reemplazo en la Generalitat antes de acabar la legislatura?Las instituciones deben colaborar para resolver los problemas concretos de los ciudadanos, empezando por el Estado español, la Generalitat, el Ayuntamiento y las instituciones europeas. Por cierto, yo cuando voy a Europa, voy a captar dinero para mi ciudad. Lo último, 300 millones en fondos europeos. Sin embargo, el señor Trias, cuando va a Europa, va a ver al señor Puigdemont para que le dé instrucciones de lo que tiene que hacer, porque es el jefe de su partido.

¿Se han erosionado las relaciones con algunos candidatos de cara a posibles pactos?Algunos están obsesionados por cómo repartirse el poder, y mi obsesión es poder explicar mi proyecto. Yo quiero hacer una campaña de propuesta y en positivo. Esa es mi obsesión, ahora. Evidentemente, yo no aspiro solo a ganar. Quiero tener una mayoría suficiente para tener las manos libres, para formar un gobierno fuerte y desarrollar nuestro programa. Pero efectivamente, si hace falta dialogar, yo siempre he dialogado y he cumplido los acuerdos para conseguir cosas concretas para la gente.

¿Le sorprende liderar las encuestas?Mucha gente pensaba que el PSC no iba a estar en esta campaña. Nos querían fuera de la carrera. La señora Colau y el señor Trias, empezaron la campaña haciéndose una foto en un restaurante, bastante caros por cierto, diciendo que ellos se iban a repartir la campaña y que era la misma historia de hace 8 años. Eso es no entender lo que ha pasado en Cataluña ni en Barcelona. ¿Cómo van a representar el futuro dos personas que ya han sido alcaldes y que ya han sido derrotadas en las urnas.

Parece que no habrá un ganador destacado. ¿Formaría un gobierno tripartito progresista?Las cosas son más sencillas. El día 28 elegimos alcalde. Yo creo que lo seré yo porque vamos a ganar las elecciones. Y yo voy a ser un alcalde progresista porque soy del Partit dels Socialistes de Catalunya. Yo no escondo mis siglas como el señor Trías para ocultar que es independentista y engañar al personal.

Pero tendrá que pactar para gobernar.Un alcalde socialista que necesite hacer un acuerdo, ya veremos en su momento de qué tipo, lo hará con aquellas formaciones que acepten las bases sobre las que yo fundamento mi programa: crecimiento económico, justicia social y lealtad institucional a España y a las instituciones europeas.

¿Y quién cree que puede llegar a un pacto de gobierno sobre esas premisas?Van a tener que preguntar a los otros grupos si aceptan esas tres bases. Y a partir de ahí, ya veremos. Pero los ciudadanos tienen que tener muy claro que elegimos alcalde. En mi caso, un alcalde que quiere liderar el ayuntamiento, pero también liderar la ciudad y el área metropolitana.

Por tanto, quien saca más votos es alcalde. ¿Así de sencillo?Eso es lo más importante.

¿Aunque sea por un voto?Bueno, sí. Aunque sea por un voto, ganar es ganar, y quien gana es quien tiene que gobernar. Es la regla de la democracia.
En caso de que usted no gane pero pueda formar gobierno, ¿lo haría? Cuando no ganas y pierdes, te vas a la oposición. Esa es la norma. Y los regidores socialistas votarán al candidato socialista. Quien vote PSC tiene que saber que los regidores socialistas votarán PSC.