María Jesús M. C., apodada la 'viuda negra' de Patraix y condenada por ordenar el asesinato de su marido en 2017, está a punto de dar a luz. Conocida como Maje, se encontraba cumpliendo la pena de 22 años en la cárcel valenciana de Picassent, pero ante un parto que es inminente, ha sido trasladada a la cárcel alicantina de Fontcalent, una de las prisiones españolas que cuenta con una Unidad de Madres. ¿Cuál es el protocolo a seguir en estos casos?

¿Qué ocurre si una reclusa está embarazada?

Si el centro penitenciario en el que se encuentra no cuenta con Unidad de Madres, la mujer puede ser trasladada a otro que sí disponga de dicho módulo unas semanas antes de que esté previsto el alumbramiento. 

¿Qué pasa una vez que da a luz?

Actualmente, las internas pueden tener con ellas a sus hijos hasta que estos cumplan los tres años. Así lo recoge la Ley Orgánica General Penitenciaria en su artículo 38, un artículo que fue modificado en 1995. Hasta entonces, la edad máxima de estancia de los pequeños en las cárceles era de seis años. 

"Esta posibilidad de permanencia del niño en el interior del centro hasta los seis años puede llegar a comportar graves disfuncionalidades en su desarrollo emocional y psicológico, dado que se hace consciente de la privación de libertad que afecta a su madre y vincula la conformación de su personalidad inicial a tal hecho", justificó entonces el legislador para hacer la reforma. El Consejo General de la Abogacía Española coincide en que existen estudios de especialistas que afirman que hasta los tres años, "los niños no guardan recuerdos del lugar en el que han estado, mientras que, a partir de entonces, comienzan a darse cuenta de dónde viven".  

¿Dónde residen madres e hijos?

En los años 90 se crearon las primeras Unidades de Madres, módulos destinados a acoger a las madres que cumplían condena con sus hijos. Aunque separadas arquitectónicamente, las primeras se ubicaron dentro de las prisiones. El objetivo era que los pequeños no visibilizaran los elementos carcelarios.  

"A pesar de los grandes avances que todo esto supuso, la mayoría de los niños residían en los módulos en el interior de las prisiones. Estos, aunque adaptados a su uso, carecen de espacios suficientes al aire libre, las habitaciones (antiguas celdas adaptadas) impiden una correcta libertad de movimientos, y la normativa, asimilada en gran parte a los demás módulos, es marcadamente restrictiva", señalaron en un documento desde Instituciones Penitenciarias.

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Por ello, en 2004 la secretaria general del organismo, Mercedes Gallizo Llamas, asumió el compromiso de sacar a los niños de los recintos carcelarios y de mejorar sus condiciones de vida. Y de ahí nació el diseño de las Unidades Externas de Madres, un modelo arquitectónico alejado de los centros penitenciarios, "con vocación de integrarse en la comunidad". Hoy existen tres en España: en Madrid, Palma de Mallorca y Sevilla. 

¿Y una vez que el niño cumple los tres años?

En caso de que el niño alcance la edad máxima para estar en el centro penitenciario y la madre deba continuar presa, será la familia la que pase a ocuparse del menor. En caso de que ningún familiar se haga cargo, este pasará a ser tutelado por la Administración.

¿Cuántas mujeres y niños hay en esta situación?

Al cierre de 2022, había 3.971 reclusas en las cárceles españolas, de un total de 55.751 presos. Esto supone un 7,1%. El país cuenta con tres cuatro prisiones específicas de mujeres: Madrid I, en Alcalá de Henares; la de Alcalá de Guadaira, en Sevilla; la de Brieva, en Alicante, y el Centre Penitenciari de Dones en Barcelona. Conocida como Prisión de mujeres Wad-Ras, es la única de las cuatro que cuenta con Unidad de Mujeres.

La cifra de niños que viven con sus madres en estos centros supera el medio centenar.