En el tiempo de descuento para que arranque oficialmente este jueves la campaña electoral, el candidato del PP a la reelección, José Luis Martínez-Almeida, se ha lanzado directamente a pedir el voto del electorado de la derecha. Su ambicioso objetivo requiere tal premura: gobernar en solitario. Para lo que el alcalde de la ciudad necesitaría acercarse lo máximo posible a la mayoría absoluta. En las últimas elecciones logró 15 ediles, el peor resultado en la historia de los populares, ahora necesitaría casi duplicarlos. Por lo que Almeida se ha propuesto captar a los votantes de Ciudadanos y de Vox, con 11 y 4 concejales, respectivamente.

"Hay una casa común, que es el PP, desde la que se puede hacer frente al 'sanchismo' en la situación política que nos encontramos", ha reivindicado el regidor madrileño este lunes durante un encuentro de Desayunos Madrid, organizado por Europa Press. Sin ambages, ha apelado a "todos aquellos que algún día votaron al PP", pero que dejaron de hacerlo: "Le hemos dado motivos para creer en el proyecto, que somos un partido que los representa".

Almeida ya da por amortizado el Gobierno en coalición con Ciudadanos, del que ha asegurado que "no ha habido problemas o discrepancias" porque han puesto "el interés general" de los madrileños "por encima". Sobre su número dos en Cibeles, la vicealcaldesa y alcaldable naranja, Begoña Villacís, ha dicho haber tejido una relación "cordial en lo personal" y con "sintonía" en el ejercicio gubernamental.

Con todo, el líder popular no quiere volver a contraer matrimonio político para los próximos cuatro años. Con nadie. Tampoco Vox, con quienes se le ha vinculado en los últimos meses. Más aún, desde que su máximo representante en la capital, Javier Ortega Smith, le tendiera la mano al alcalde para conformar una nueva alianza en Madrid. Empero, como otras tantas veces, Almeida le ha dado calabazas, arguyendo que su exsocio de investidura no ha sido útil para la ciudad.

"Cuando uno se niega a sentarse a negociar unos presupuestos; cuando uno se niega a sentarse a negociar la bajada del IBI al tipo mínimo legal; cuando uno se niega a sentarse a negociar sobre una modificación de las normas urbanísticas consensuadas con todo el sector, que nos permite superar las limitaciones de un PGOU que es del año 97... el problema con Javier Ortega Smith no es político, no es ideológico, sino es un problema de utilidad", ha censurado.

Por todo ello, el candidato a revalidar la vara de mando ha querido mandar un mensaje "inequívoco" de cara al 28M. "Mi propósito es un gobierno sólido, fuerte, estable y en solitario". Su aspiración pasa, según ha añadido, por aunar "amplias mayorías sociales", en las que cabe la "diversidad de pensamientos". Su propósito es convencer "al más amplio número de madrileños" para que escojan la papeleta 'popular'.

Aznar participará en su campaña

"La Dirección Nacional se va a volcar con la campaña", ha adelantado Almeida, quien será arropado por figuras de la cúpula como Pedro Rollán, vicesecretario de Coordinación del PP. Pero también le darán su apoyo rostros como el del expresidente del Gobierno José María Aznar o su sucesor Mariano Rajoy, quien ya participó hace unos días en un acto de precampaña.

Almeida también compartirá encuentros con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con la que ha presumido de "sintonía personal y política". Echando la vista atrás, cuando Pablo Casado confió en ellos como ticket electoral madrileño, ha recordado que fueron recibidos "con escepticismo y desprecio". Cuatro años más tarde, el candidato a la reelección cree que son una pareja de baile "imbatible" de cara a los próximos comicios.