Ahora sí, después de meses de conversaciones infructuosas, las organizaciones sindicales (UGT y CCOO) y las patronales (CEOE y CEPYME), firmamos el V Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC). Han sido necesarias muchas horas de debate y discusión, y también de presión dentro y fuera de las reuniones, pero al final hemos conseguido que la patronal se sentara a negociar para acabar firmando este acuerdo. Un AENC que tiene el propósito de impulsar la negociación colectiva de ámbito sectorial y de empresa, estableciendo una serie de parámetros que puedan servir de pauta a los negociadores, ayudando con ello al desbloqueo de muchos de los convenios colectivos que hoy se encuentran parados. Y hemos querido darle al texto una vigencia amplia, de tres años (abarca desde 2023 a 2025), con la intención de dar un marco estable a la negociación colectiva durante un periodo suficiente.

En un momento donde el coste de la vida ha aumentado considerablemente, y las que más han sufrido esta subida son las personas trabajadoras, este acuerdo permitirá que esa pérdida de poder adquisitivo se minimice. Como habréis leído, el incremento será de un 4% en 2023, un 3% en 2024 y un 3 % en 2025. A ello, no olvidemos, se añade una cláusula de revisión con alzas de hasta el 1% adicional si la inflación rebasa estos incrementos, con el objetivo de recuperar los salarios. No obstante, en el acuerdo se matiza la necesidad de que los negociadores tengan en cuenta las circunstancias específicas de cada ámbito, puesto que cada empresa ha podido enfrentarse con situaciones muy desiguales de crecimiento. Con estas pautas de incremento salarial, se da un empuje muy significativo a la negociación colectiva en cuanto que ambas partes asumen la necesidad de recuperación del poder adquisitivo de los salarios en los siguientes tres años.

Pero la riqueza y pluralidad del acuerdo podemos decir que es indiscutible. Hemos abordado, evidentemente, el tema salarial, pero también los muchos otros temas, como: el teletrabajo y la desconexión digital, estableciendo las pautas para dar un impulso definitivo en la negociación colectiva a estos dos nuevos fenómenos del mundo laboral; la igualdad entre hombres y mujeres, profundizando en los instrumentos necesarios para alcanzar la misma; la discapacidad, dando los criterios para que la negociación colectiva no olvide un colectivo que requiere medidas reales para su inclusión en el mundo laboral; la diversidad y los temas LGTBI, porque vivimos en un mundo plural y la empresa debe ser un reflejo seguro e inclusivo para todas las personas; la violencia sexual y de género, donde la negociación colectiva, como ha hecho siempre, debe seguir implicada para acabar con esta lacra; la transición ecológica y digital, porque la implantación de las tecnologías no puede efectuarse de forma desordenada y sin determinar la estrategia y el sendero a seguir; o la seguridad y salud en el trabajo, abordando la actualización de la normativa actual en materia de prevención de riesgos laborales, ya que se está quedando obsoleta. 

El acuerdo entre patronal y sindicatos aboga por un uso "seguro" de la IA e invita a desarrollar el teletrabajo y jornadas flexibles

Todo sobre la subida de salarios pactada por los agentes sociales: ¿se perderá más poder de compra? ¿es automática o decide la empresa?

La vía del progreso debe ser social y en ello avanza este documento. Aspectos que, a día de hoy, y sin lugar a dudas, nos preocupan y mucho. Debemos, mediante la negociación colectiva abordar todos aquellos aspectos que pueden afectar al conjunto de las personas trabajadoras, sobre todo a las personas más vulnerables.

El dialogo social es la mejor herramienta de progreso social y económico, y desde UGT no dejaremos de potenciarla

Estamos obligados a seguir haciendo de la negociación colectiva el instrumento más eficaz para mejorar la vida de todas las personas trabajadoras. El dialogo social es la mejor herramienta de progreso social y económico, y desde UGT no dejaremos de potenciarla. Este acuerdo, se suma a dos de los acuerdos más importantes en nuestro país de la última década, la reforma laboral y la reforma de las pensiones. Dos acuerdos que, a diferencia de lo vivido anteriormente, están hechos por y para las personas trabajadoras, impidiendo el empobrecimiento y la pérdida de poder adquisitivo a la que durante muchos años nos hemos visto sometidos. Por eso, celebramos que finalmente se haya llegado a un acuerdo de estas características con la patronal, y no dejaremos de luchar para que, cada día que pase, los derechos sociales y laborales mejoren progresivamente.