Cuatro cabecillas de los Proud Boys, condenados por sedición por el asalto al Capitolio

  • También se les condena por obstruir los procedimientos del Congreso y por destruir una propiedad gubernamental.
Un miembro del grupo de ultraderecha Proud Boys, durante una concentración de seguidores de Donald Trump en Sacramento, California (EE UU).
Un miembro del grupo de ultraderecha Proud Boys, durante una concentración de seguidores de Donald Trump en Sacramento, California (EE UU).
DAVID ODISHO / EFE

Un jurado ha condenado este jueves a Enrique Tarrio, el antiguo líder de los Proud Boys, y a otros tres miembros del grupo ultraderechista por conspiración sediciosa por tratar de frustrar el traspaso de poder de Donald Trump a Joe Biden tras las elecciones en EEUU de 2021. Se trata de la condena más significativa surgida del ataque al Capitolio del 6 de enero.

Los miembros del jurado también condenaron a los cuatro hombres -entre los que también se encuentran Ethan Nordean, Joseph Biggs y Zachary Rehl- por conspirar para obstruir los procedimientos del Congreso el 6 de enero y provocar destrozos en una propiedad gubernamental. El jurado no llegó a un acuerdo sobre la conspiración sediciosa contra un quinto acusado, Dominic Pezzola, pero lo declaró culpable de obstruir los procedimientos del Congreso en esa ya negra fecha para la historia de Estados Unidos, así como de varios otros delitos graves.

Proud Boys es una organización neofascista y supremacista creada por el periodista canadiense Gavin McInnes, fundador de Vice, y que en los últimos años se ha destacado por ataques contra indígenas, gente de color, musulmanes y mujeres. McInnes nació en el Reino Unido en 1970 pero creció en Canadá y en 1994 fundó la revista Vice en Montreal junto con Suroosh Alvi y Shane Smith. Siete años después, McInnes se instaló en Nueva York donde, de ser un provocador políticamente incorrecto que había fundado una revista punk alternativa, se transformó en un extremista que se tatuó en la espalda la palabra Destruction.

En 2003, en una entrevista en The New York Times, McInnes pronunció una frase que luego se convertiría en los cimientos de Proud Boys: "Me encanta ser blanco y creo que es algo de lo que estar muy orgulloso", dijo el escritor canadiense. Un año antes, en una entrevista con The New York Press, McInnes, entonces símbolo del movimiento hipster, ya había dejado ver sus preferencias raciales al declarar su satisfacción porque la oficina de Vice en Williamsburg (Brooklyn) estuviese en una zona de población blanca y no de "jodidos negros o puertorriqueños".

"¿A favor del amor, la diversidad y la tolerancia? Eso es de hippies", añadió McInnes en tono despectivo a la vez que insultaba a minorías raciales, homosexuales y transgénero. Su pensamiento misógino también quedó retratado pronto cuando redujo la frase "'No' significa 'no'", la base del concepto del consentimiento sexual y uno de los eslóganes del movimiento feminista, a "puritanismo".

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