El Gobierno de Reino Unido ha aprobado una legislación que prohibirá por completo el uso de los collares de descarga eléctricas, normativa que entrará en vigor a partir del 1 de febrero de 2024 y que llega tras la campaña de diez años por parte de diferentes asociaciones y organizaciones de protección animal, #BanShockCollars.
Entidades como The Kennel Club han tildado de "momento histórico para el bienestar animal" este anuncio recordando lo peligrosos que pueden llegar a ser estos accesorios comúnmente utilizados para el adiestramiento canino. "Administran una descarga eléctrica en el cuello de un perro a través de un control remoto hasta un radio de casi dos kilómetros, lo cual es peligroso ya que podría incluso recibir la descarga sin estar su dueño presente", afirman.
Existen multitud de estudios que evidencian que el uso de estos collares tienen un efecto perjudicial en nuestros perros, tanto físico, como mental y que afecta al vínculo humano-animal, además de no ser más efectivos que los métodos de refuerzo positivo, corriente empleada por la gran mayoría de profesionales caninos en los últimos años.
"La prohibición de los collares de descargas eléctricas en Inglaterra, que entrará en vigor el próximo año, es un momento histórico para el bienestar animal y pondrá fin a la miseria y el sufrimiento de innumerables perros que siguen sujetos a estos crueles e innecesarios artificios", afirma Mark Beazley, director de The Kennen Club. "No hay excusa para usar estos dispositivos que causan daños físicos y psicológicos, especialmente dada la amplia gama de métodos de entrenamiento positivos disponibles".
Los collares de descarga en España
El anuncio de Westminster se produce trece años después de que estos dispositivos fueran prohibidos en Gales (por las Regulaciones de Bienestar Animal) y en otros países como en Francia, que los prohibió el pasado enero de este año, Dinamarca, Países Bajos o Suiza. Pero, ¿y en España? ¿Se pueden utilizar?
A día de hoy, en España solo algunas comunidades autónomas prohíben el uso de este tipo de collares de adiestramiento, como Galicia, Madrid y Murcia, entre otras. No obstante, la nueva Ley de Bienestar Animal que se aprobó el pasado mes de marzo sí contempla, a nivel nacional, la prohibición de los mismos.
Lo hace en su artículo 27, referente a las prohibiciones específicas de los animales de compañía, en cuyo apartado ñ señala que "se prohíbe el uso de cualquier herramienta de manejo que pueda causar lesiones al animal, en particular collares eléctricos, de impulsos, de castigo o de ahogo".
De esta forma, España se une a la tendencia europea para dejar de utilizar este tipo de herramientas en educación canina, centrando sus esfuerzos en promover y divulgar una enseñanza desde el respeto y fundamentada en el refuerzo positivo.
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