El sindicato ACAIP-UGT Huelva ha denunciado este domingo la agresión a tres funcionarios de la prisión onubense por parte de un interno del módulo terapéutico, a los que ha causado lesiones de diversa consideración que, en un caso, han requerido atención hospitalaria.

Los hechos, según ha informado este lunes el sindicato en un comunicado, tuvieron lugar el pasado 29 de abril después de que el preso, mientras cumplía una sanción regimental, se autolesionara y tuviera que ser atendido por los servicios sanitarios.

Más tarde, el interno "vertió violentas amenazas contra los funcionarios del módulo y valiéndose de su gran corpulencia ofreció gran resistencia y atacó con violencia a los funcionarios que intentaban reducirle para sacarle de su celda, siendo necesarios más refuerzos para hacerse con el interno", ha apuntado.

Su comportamiento provocó en la intervención "lesiones y heridas de diversa consideración a tres funcionarios que tuvieron que ser atendidos en una primera instancia por los servicios médicos del centro penitenciario" y uno de ellos fue trasladado al hospital.

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Desde ACAIP han condenado y rechazado los incidentes protagonizados por este interno "con un largo historial de agresiones a otros internos y sin justificación alguna" y, han afirmado que tanto la dirección del centro penitenciario como la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias "deben clasificar a este interno de inmediato en primer grado y trasladarlo de centro".

El sindicato ha reclamado que los funcionarios de prisiones sean reconocidos por una Ley de Cuerpos de Funcionarios Penitenciarios como agentes de la autoridad, lo que "elevaría las consecuencias legales de estos hechos y no estaría al albur de la interpretación judicial".

Además han lamentado que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias mantenga vigente el protocolo PEAFA, en caso de agresiones contra funcionarios, que es un mecanismo para "deslegitimar los derechos de los funcionarios agredidos y de restar importancia a las agresiones".

Por último, han puesto el acento contra "el insuficiente número de efectivos que compone la plantilla de nuestro centro de trabajo, que tiene que asumir nuevas competencias de vigilancia, mayores cargas burocráticas, nuevos programas terapéuticos y el constante incremento de internos trasladados a nuestro centro desde otros en obras, que tienen unos marcados perfiles de inadaptación, violencia y agresividad".