Los sindicatos salen a la calle para reclamar subidas salariales en un 1 de mayo marcado por las últimas discrepancias con la patronal

Manifestación en Barcelona por el 1 de mayo
Manifestación por el Día Internacional de los Trabajadores de 2022 en Barcelona.
Europa Press
Manifestación en Barcelona por el 1 de mayo

Como cada Primero de Mayo, los sindicatos saldrán este lunes a la calle con motivo del Día Internacional de los Trabajadores. La cita de este año está marcada por la reclamación de subidas salariales, en un contexto en el que el poder adquisitivo de los trabajadores ha sido el gran perjudicado por la crisis inflacionaria. Las centrales sindicales invitan a la ciudadanía a participar en las más de 70 manifestaciones y concentraciones organizadas en todo el país, mientras el diálogo con la patronal se encuentra estancado, sin visos de un acuerdo salarial marco y sin un pacto de rentas en el horizonte.

"Subir salarios, bajar precios y repartir beneficios". Ese es el lema bajo el que CCOO y UGT han convocado este año 73 movilizaciones en las diecisiete comunidades autónomas y en Melilla. Las principales centrales sindicales exigen "más y mejores empleos, una salida laboral a las personas en desempleo, un incremento de los salarios, la necesidad de disminuir los precios y que las empresas repartan los beneficios que están generando", según defendió el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en la presentación de los actos.

Este año la jornada reivindicativa está marcada por la crisis inflacionaria y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, que no han visto crecer sus salarios en la misma medida que los precios. Pese a la moderación de los precios registrada en los últimos dos meses, en 2022 la inflación se situó en una tasa media del 8,5%, un dato que casi triplica el 3,02% de actualización salarial pactada en convenio a lo largo del año.

Ante esta situación, los sindicatos reclaman una subida salarial enmarcada en un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) y amenazan con iniciar un "intenso proceso de movilización" si no se producen avances. "O hay un acuerdo o no hay más negociación", sentenció hace unos días el secretario general de CCOO, Unai Sordo, que acusó directamente a la CEOE de "falta de responsabilidad".

Sin embargo, pese a las advertencias de los sindicatos, la negociación salarial se encuentra estancada desde marzo, cuando se retomó tras casi un año sin conversaciones entre sindicatos y patronal. Las partes se habían emplazado para reactivar el diálogo en abril, pero en el último mes apenas ha habido contactos informales sin propuestas concretas, por lo que la posibilidad de firmar un nuevo AENC es todavía remota. Este instrumento fija un marco plurianual de recomendaciones -entre ellas, rangos de subida salarial- dentro del cual las partes se comprometen a negociar los convenios colectivos en los que participen.

Sin acuerdos a la vista

El último AENC caducó en 2020, por lo que desde entonces no existe ninguna referencia para las negociaciones salariales de los convenios. Y es que la estrategia de la patronal está consistiendo en restringir el diálogo al ámbito sectorial, pactando revalorizaciones salariales convenio a convenio, pero sin la referencia general que reclaman los sindicatos. 

Los convenios colectivos firmados en lo que va de año recogen un alza salarial media del 3,06%. En cambio, la última propuesta de los sindicatos pasa por una subida acumulada del 14% entre 2022 y 2023, repartida en un 5% retroactivo en 2022, un 4,5% para este año y un 3,75% para el año próximo. Además, los representantes de los trabajadores piden la inclusión de cláusulas de garantía salarial vinculadas al IPC, de manera que la escalada de precios no se traduzca en una pérdida de poder adquisitivo por parte de los asalariados.

El diálogo entre los agentes sociales tampoco fluye en lo que respecta a un hipotético pacto de rentas. Pese a las idas y venidas y las reuniones mantenidas a lo largo del año pasado entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para intentar acordar un reparto de los costes de la crisis económica, el compromiso del Ejecutivo está muy lejos de materializarse. Los sindicatos insisten en señalar que buena parte de la subida de precios se debe a los beneficios empresariales". "Un país que tiene los beneficios que tiene nuestro país, lo tiene que repartir. Es inaceptable que se siga quedando en los bolsillos de los empresarios", denunció Álvarez en la presentación de los actos del Primero de Mayo.

Las discrepancias entre Gobierno y sindicatos, por un lado, y patronal, por otro, han llegado hasta el punto de que dos de las últimas grandes iniciativas en materia laboral, como son la subida del SMI y la reforma de las pensiones, han contado con la oposición de los empresarios, que se consideran perjudicados por el alza de los costes salariales y las cotizaciones. En cambio, los sindicatos se congratulan de lo que consideran avances en materia laboral. "Las perspectivas económicas que se aventuraban hace un año eran catastrofistas y, gracias al diálogo social, un año después vamos al Primero de Mayo con cuestiones muy importantes solventadas y dando buenos frutos", destacó Álvarez hace unos días.

Con este escenario de fondo, los sindicatos han llamado a la ciudadanía a salir a la calle en una jornada en la que las reivindicaciones laborales se extenderán a lo largo y ancho de toda la geografía española. Los representantes de los trabajadores esperan así conseguir respaldo para afrontar las negociaciones en los próximos meses.

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