El Gobierno saca adelante la ley de vivienda con ERC y Bildu, pero con el 'no' del PNV por acusaciones de invasión de competencias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, celebran la aprobación de la ley de vivienda en el Pleno del Congreso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, celebran la aprobación de la ley de vivienda en el Pleno del Congreso
EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, celebran la aprobación de la ley de vivienda en el Pleno del Congreso

La ley de vivienda ya es prácticamente una realidad, con permiso de los posibles cambios que introduzca el Senado en las próximas semanas. Este jueves, el Congreso aprobó por mayoría el texto de una norma largamente negociada y que contó, en su votación final, con el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y otros pequeños aliados del Gobierno. En contra votaron PP, Vox y Cs, así como el PNV, socio asiduo del Ejecutivo, que tras barajar la abstención finalmente optó por el 'no' asegurando que la nueva ley de vivienda podría suponer una invasión de las competencias autonómicas.

El texto aún no será publicado en el BOE: aún le queda pasar antes por el Senado, si bien lo esperado es que en la Cámara Alta se produzca una tramitación exprés que permita al Gobierno que la ley de vivienda entre en vigor antes de las elecciones autonómicas del 28 de mayo. No obstante, si alguno de los grupos parlamentarios consigue que se apruebe alguna de sus enmiendas -algo que no se espera, pero que nunca es descartable-, la norma tendría que volver al Congreso para su ratificación definitiva.

En plena pugna por hacerse con la bandera de la vivienda de cara a la campaña de las elecciones de mayo, para defender la ley antes de la votación intervinieron dos ministras del Gobierno en lugar de una: la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la de Transportes, Raquel Sánchez, en representación de Unidas Podemos y el PSOE, respectivamente. Belarra y Sánchez han sido las ministras que han pilotado las larguísimas negociaciones que comenzaron cuando el ministro de Transportes era aún José Luis Ábalos, y ambas se dieron mutuamente las gracias por el texto finalmente aprobado.

La ministra de Derechos Sociales, que intervino primero, se mostró "muy orgullosa" de una ley que, dijo, cambia "la historia de las políticas de vivienda en España", una historia que definió como una "estafa" y un "gran negocio construido sobre un gran consenso político, el del pelotazo, la especulación y la liberalización salvaje del suelo". Frente a ese modelo, dijo Belarra, la ley de vivienda abre una nueva etapa que evitará que los niños de ahora "crezcan en un país en el que la vivienda sea su principal preocupación". "No quiero ver gente de más de 30 años que no se puede independizar, o familias enteras que viven en una habitación: ese es el problema de la vivienda en España y no otro", espetó Belarra.

Las ministras de Igualdad y de Derechos Sociales, Irene Montero y Ione Belarra, celebran la aprobación de la ley de vivienda en el Congreso
Las ministras de Igualdad y de Derechos Sociales, Irene Montero y Ione Belarra, celebran la aprobación de la ley de vivienda en el Congreso
EFE

Por su parte, la ministra Raquel Sánchez también agradeció personalmente a Belarra el trabajo, así como al resto de grupos, con quienes ambas han negociado durante los últimos meses más de 800 enmiendas. Es por ello que la titular socialista calificó la aprobación de "hito" que "afianza el derecho a la vivienda", que a partir de ahora será "el quinto pilar del Estado del bienestar". "El futuro da la razón al progreso y, en el caso de esta ley, así será", lanzó Sánchez desde la tribuna, en la que aseguró que el articulado es un texto "de esperanza para quien más lo necesita".

ERC y EH Bildu, satisfechos

Menos triunfalistas, aunque igualmente satisfechos, se mostraron los representantes de ERC y EH Bildu, que se felicitaron por haber llegado a un acuerdo para sacar adelante la norma tras más de dos años de negociaciones. "Esta ley es para la gente, para nuestras ciudades y nuestros barrios", presumió la diputada republicana Pilar Vallugera, que aseguró que aunque la ley no va a "avanzar lo suficiente", empieza a "marcar el camino". "Esta es la tensión entre el bien de mercado o el derecho subjetivo a la vivienda, entre el lucro y la posibilidad de vivir, la tensión entre que muchos no tengan nada y pocos tengan mucho. Y en ese camino, sabemos dónde estamos", aseguró.

En la misma línea se pronunció su homólogo de EH Bildu Oskar Matute, que acusó al PNV y a la derecha de intentar "ocultar con cortinas de humo y bulos" como la "invasión competencial y la okupación" el "debate ideológico" que conlleva la ley de vivienda. "El debate ideológico de fondo es ese: regular o no regular el derecho a al vivienda, hacer que nuestros ciudadanos tengan una vivienda digna o seguir dejando que el mercado marque cómo tienen que vivir", espetó Matute, que aseguró que "es el momento de pasar de las palabras a los hechos" y "elegir entre la vivienda como un derecho o como un bien de mercado". "Y eso a ustedes, señorías de la derecha, les incomoda, porque les enfrenta a un espejo donde las clases populares no les ven como ustedes quisieran", zanjó.

Precisamente sobre la okupación habló el PP, que aseguró durante el debate que "esta ley no va a resolver la situación de las personas vulnerables, no va a garantizar el derecho a la propiedad privada y no va a garantizar el acceso a la vivienda de los jóvenes", en palabras de la portavoz de Vivienda, Ana Zurita. "Si esta ley fuera la piedra filosofal que resuelve todos los problemas de vivienda en nuestro país, ¿habría estado un año en el cajón?", se preguntó la popular en alusión a los múltiples retrasos del Gobierno para llevar definitivamente la norma al Pleno.

Asimismo, y en línea con Génova, Zurita puso el foco en cómo y con quién ha pactado la ley el Gobierno. "Vuelve a ser moneda de cambio como lo fue en 2019, pero esta vez con éxito y con el protagonismo, gracias al Gobierno, de ERC y Bildu". Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró minutos después, durante una visita a Zaragoza, que "esta ley supone la claudicación del PSOE hacia el populismo y el independentismo, supone intervención en los precios y facilitar la okupación de viviendas ilegales". 

Para el líder de la oposición, la ley de vivienda es "todo lo contrario a abaratar precios e incrementar la oferta en el mercado" porque "lo que hará es mayor incremento de precios y menos oferta de viviendas en mercado y no da respuesta a la okupación ilegal de las 50 viviendas que se okupan al día en el país".

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